Después de dos meses de encallamiento para encontrar un consenso sobre el catalán en las aulas ante las imposiciones de los tribunales españoles, finalmente ayer tarde pocos minutos antes de cerrarse el registro del Parlament PSC, ERC, Junts y comuns presentaron una nueva ley ad hoc sobre el aprendizaje de las lenguas, que fija el catalán como lengua vehicular y el castellano como lengua de uso curricular, siendo esta última denominación un punto donde no hay acuerdo total entre los cuatro partidos. Sea como sea, la proposición de ley está hecha y registrada, y este miércoles al inicio del pleno del Parlament ha superado su primera votación, después de un debate en que los cuatro grupos firmantes han cerrado filas en torno al consenso y han querido reivindicar su perspectiva sobre el acuerdo, mientras que la CUP y la derecha españolista se ha mostrado molesta, por razones muy diferentes. Finalmente, no ha habido ninguna novedad de última hora y la medida legislativa ha podido superar este trámite parlamentario con 105 votos a favor, el 77% del total del Parlament, y 28 en contra.

 

Una vez pasada esta pantalla, se ha abierto un periodo de enmiendas de 48 horas. La previsión de los partidos era que el texto quedara aprobado el viernes, pero una maniobra de última hora de Vox, PP y C's para impedirlo alargará el plazo ptrevisto. Los partidos habían movido ficha para tramitarlo en lectura única, un procedimiento de máxima urgencia que permite aprobar la ley en este mismo pleno. Así pues ahora los grupos parlamentarios presentarán sus enmiendas, y quien ya ha adelantado que también lo hará es Plataforma per la Llengua, que a pesar de estar satisfecha con el hecho de que no se haya modificado la ley de política lingüística, ha alertado que definir el castellano como "lengua curricular" puede permitir al Gobierno exigir un 50% de castellano en las aulas, amparándose en el artículo 6 de la LOMLOE.

 

Defensa y críticas duras

Las dos formaciones del Govern, Esquerra Republicana y Junts, han aprovechado la oportunidad para celebrar el acuerdo, como ya hicieron ayer durante las explicaciones posteriores al anuncio del acuerdo en el Parlament. Desde ERC, Marta Vilalta ha asegurado que la medida permite "evitar unas injerencias judiciales que quieren porcentajes sin ningún tipo de sentido". "Sabíamos que hacía falta el máximo consenso posible", y por eso ha celebrado la transversalidad del pacto, mientras que también se ha ofrecido a la CUP. "Nos encontrarán siempre en frente aquellos que quieren utilizar la lengua como herramienta partidista para dividir el país", ha advertido. Por su parte, desde Junts, Mònica Sales ha querido remarcar que con la ley se preserva el modelo de inmersión catalán después de unas injerencias judiciales "que lo quieren poner en duda". Además, ha insistido en que deja el catalán como única lengua vehicular "sin ninguna otra interpretación posible". "Es fundamental acordar que el aprendizaje de las lenguas sólo se hará con criterios pedagógicos y no haciendo caso a la sentencia", ha remarcado enfrente del 25% impuesto por el TSJC.

Marta Vilalta, ERC, y Albert Batet, Junts - Foto: Sergi Alcàzar

 

Por su parte, los socialistas a través de Esther Niubó no han usado la expresión de lengua vehicular para referirse al castellano, como ya hicieron ayer, pero sí que han considerado que esta lengua sale reforzada porque se la sitúa como de uso curricular. "Es un paso importante para reconocer y respetar una lengua que no es extranjera y que es el propio de muchos catalanes". Además, ha destacado que con el acuerdo se permite avanzar en la búsqueda del consenso y de los acuerdos amplios, "a pesar de los horizontes y los proyectos diferentes" de los cuatro grupos. Mientras tanto, Jéssica Albiach de los comuns también ha mencionado este carácter transversal, y ha querido insistir en que la lengua catalana se mantiene como única vehicular en las escuelas, mientras que "se entierran los porcentajes y la Lei Wert". En este punto, ha querido subrayar el papel que han tenido los comuns en el Gobierno español para derogar esta legislación y abrir la puerta en el blindaje de la inmersión. Y ha tenido tiempo para lanzar un aviso a la derecha que ha sido aplaudido por una mayoría de diputados: "En todos aquellos que intentan tumbar la inmersión, no lo conseguiréis. Primero fueron nuestros abuelos y abuelas, y ahora estamos nosotros para defenderla".

La principal crítica ha venido desde la bancada de la CUP. Dolors Sabater ha vuelto a insistir en que con el pacto solo se consigue "adaptar la legislación al 25% y convertir en ley la sentencia". "A quien está legislando son los miembros del TSJC, no los diputados, y quien pulsará el botón el viernes para aprobar la medida serán las togas". Así, también ha lamentado que se esté legislando sobre el catalán "retrocediendo" en la ley vigente, porque ha recordado que el PSC remarca que el castellano se convierte a vehicular, y ha reclamado que hacía falta hacer frente a la sentencia del TSJC con un frente político y una respuesta "de país e inteligente". Desde la derecha españolista, Vox ha cargado contra los partidos para no cumplir la sentencia ni el 25% y ha acusado el acuerdo de ser "un pacto tramposo" que no reconoce la vehicularidad del castellano, una lengua que ya hablan 600 millones de personas en 20 países, como ha recordado el portavoz del grupo. Ciutadans lo ha tildado de "nuevo fraude" y ha avisado de que recurrirán la medida hasta donde puedan e impulsarán acciones penales, mientras que el Partido Popular ha cargado contra Salvador Illa: "Se ha sumado a las jugadas maestras del separatismo, y no dijo que haría eso".

¿Qué dice la ley sobre el catalán?

La proposición de ley fija presentada conjuntamente por PSC, ERC, JxCat y ECP sobre el uso y el aprendizaje de las lenguas oficiales en la enseñanza no universitaria fija que el catalán es el idioma normalmente utilizado como lengua vehicular y de aprendizaje del sistema educativo y el de uso normal en la acogida del alumnado recién llegado. También incluye que el castellano es empleado en los términos que fijen los proyectos lingüísticos de cada centro. En este sentido, fija que "la enseñanza y el uso curricular y educativo del catalán y del castellano tienen que estar garantizados y tener una presencia adecuada en los currículums y en los proyectos educativos" e incluye que la presencia de las lenguas oficiales "tiene que tener en cuenta la situación sociolingüística general, la de los centros y su entorno, los objetivos de normalización lingüística y la evolución del proceso de aprendizaje lingüístico".