Una de las cuatro mesas de negociación entre JxSí y la CUP que se ha puesto las pilas esta semana es la del Proceso Constituyente. Una mesa que tiene como objetivo construir una de las principales estrategias del proceso: el sistema normativo y político para elaborar una constitución de manera participativa. El resto de mesas tienen vida propia. La del plan de choque sigue abierta; la de la hoja de ruta ya se ha cerrado y el proceso de desconexión va picando piedra.
Tanto para JxSí como para la CUP, este proceso constituyente tiene que ser el banderín de enganche para acercar al votante de Catalunya Sí que es Pot y, de rebote, a sus diputados, al proceso independentista. "Tenemos que mirar que la gente, todo el mundo se sienta participante del proyecto de construir una República", apuntan sus integrantes a El Nacional.
Los integrantes
La importancia de esta mesa en la estrategia independentista se comprueba en su composición. En ella se sienta la propia Carme Forcadell, presidenta del Parlament. El nombre de Forcadell tiene un peso de alto voltaje simbólico, en tanto que se quiere destacar que el proceso constituyente, aunque se plantea abierto a la ciudadanía, se ampara en la soberanía de una Cámara parlamentaria que ha recibido el mandato.También se sientan en esta mesa Lluís Corominas, vicepresidente del Parlament y el hombre que domina la arquitectura territorial de CDC. Completa la tripleta de Junts pel Sí, Lluís Pérez, uno de los politólogos con más ascendencia de ERC y que proviene de un territorio difícil para el independentismo como es El Prat de Llobregat. Por el lado de la CUP, domina el juego la diputada Gabriela Serra, uno de los nombres más respetados dentro de la izquierda independentista y los movimientos sociales; el escritor y diputado Julià de Jòdar y el mismo cabeza de lista cupero, Antonio Baños.