La militancia del Partido Popular cada vez hace más presión contra el actual presidente nacional del partido, Pablo Casado. Los dirigentes territoriales junto con la base del partido han exigido, a través de un comunicado, que se convoque de "forma urgente" el comité ejecutivo nacional, apelando a los estatutos, para disolver la actual dirección y nombrar a una gestora provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias hasta la celebración del Congreso extraordinario, que piden que sea cuanto antes mejor. "Consideramos que el periodo de transición tiene que ser el más corto posible. España no se merece estar pendiente de nuestra vida orgánica y tenemos que volver a centrarnos cuanto antes mejor en lo que de verdad importa a los ciudadanos", argumentan.
El manifiesto se titula En defensa de un PP a la altura de un gran país y carga contra la cúpula del partido. Agradecen el trabajo de Génova, pero piden que asuman responsabilidades por la guerra civil interna que ha dividido la formación entre pro Ayuso y pro Casado. "Agradecemos profundamente el servicio efectuado al partido por los actuales integrantes de la dirección del PP. Sin embargo, este justo reconocimiento no puede eximirles de su responsabilidad ante los ciudadanos", exponen notablemente preocupados con la gestión que ha hecho la dirección con el conflicto. Los barones reconocen en varios medios que este escrito está circulando "mucho" por toda España y que la carta está incluso siendo compartida entre cargos directivos de las estructuras territoriales. Además, según adelanta El Mundo, Casado habría llamado de urgencia a todos los presidentes regionales del PP para apalabrar una reunión "esta semana". Las fechas más probables de este encuentro son el miércoles y jueves.
Feijóo presiona
Hay que recordar que la presidenta de la Comunidad de Madrid, esta mañana, ha asegurado que no tiene intención de sustituir a Casado en su cargo. "Mi compromiso está y continuará en Madrid", ha defendido una vez más. Y ha dejado claro que "nunca ha pretendido sustituir" a Casado ni quiere "ocupar su puesto". Y ha remachado: "Mi sitio es Madrid y no me moveré de aquí". A la vez que se producían estas declaraciones, el líder popular gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido en las demandas de los barones del partido: quieren dimisiones. La presión contra la dirección nacional popular es, por lo tanto, total.
El presidente de la Xunta de Galicia ha asegurado este lunes que ante la situación de "colapso" en que se encuentra el PP hay que adoptar decisiones "que no serán fáciles, sino complejas", pero que son "urgentes", porque "el PP es la única alternativa de gobierno a un mal gobierno". "Hay que encontrar de manera urgente una solución", ha afirmado en declaraciones a la prensa, y también ha recordado que él ya dio su opinión de forma "clara, leal y nítida" a Casado. "Sabe lo que pienso, y le corresponde adoptar esta última decisión, porque es el presidente del partido y le corresponde asumir esta responsabilidad". En la misma línea se ha expresado el líder del PP en Castilla y León y candidato a la presidencia, Alfonso Fernández Mañueco: "Los votantes y alcaldes del PP de Castilla y León estamos indignados" y por eso "reclamamos una solución rápida, inmediata y eficaz".
En declaraciones a los medios, Feijóo ha "agradecido" que Casado y Ayuso se reunieran, pero ha admitido que el problema continúa activo "y, por lo tanto, hay que adoptar decisiones". "Las decisiones se tienen que adoptar cuando es imprescindible hacerlo, y en mi opinión ahora es imprescindible". El presidente de la Xunta ha dejado en manos de Casado que adopte esta última "decisión". "Tenemos que tomar decisiones, y estas decisiones tienen que ser inmediatas para volver a unir el partido", ha dicho, porque "tenemos la obligación de no crear más problemas en España".