Investigadoras de la ONU indican que las evidencias apuntan a una "probable implicación" de oficiales del gobierno ruso, supuestamente de alto nivel, en el envenenamiento del líder de la oposición, Navalni, ocurrido en agosto del año pasado.
En una carta oficial enviada a las autoridades rusas en diciembre, cuyos detalles se han conocido hoy al cumplir los dos meses de cláusula de confidencialidad, las investigadoras (relatoras de la ONU Agnès Callamard e Irene Khan) han indicado que el veneno utilizado, Novichok, es una de las evidencias. "Los conocimientos necesarios para usarla y desarrollar nuevas modalidades de Novichok como el encuentro en las muestras cogidas a Navalni solo pueden encontrarse en actores estatales", explican a las investigadoras.
"Dada la respuesta inadecuada de las autoridades nacionales, el uso de armas químicas, y el aparente patrón repetido de asesinatos selectivos, creemos que una investigación internacional se tiene que hacer con urgencia", señala la ONU. Callamard y Khan han lamentado en este sentido que "en contraste con la falta de iniciativa del gobierno para investigar el envenenamiento, este actuara con firmeza para garantizar que Navalni fuera detenido inmediatamente después de retornar a Rusia después de pasar unos meses a Alemania con la única meta de recobrar su salud".
Navalni se encontraba bajo vigilancia estatal
Otra evidencia según las expertas apuntan al hecho de que el estado ruso participó en el ataque en el líder opositor, recuerdan que Navalni se encontraba bajo vigilancia estatal cuando fue envenenado, "por lo tanto es improbable que terceros administraran a este químico prohibido sin conocimiento de las autoridades". Incluso en "el improbable caso" de que el ataque no fuera obra de las autoridades, Callamard y Khan aseguran que el ejecutivo presidido por Putin "habría fallado en su obligación de proteger en Navalni", quien ya en ocasiones anteriores había sido amenazado y objeto de al menos otros dos intentos de envenenamiento.
El gobierno ruso "no puede escapar de sus obligaciones en derechos humanos negando su responsabilidad en el caso", afirman reiterando en la liberación de Navalni. Las investigadoras también opinan que el envenenamiento del abogado y activista "se llevó a cabo deliberadamente para enviar un siniestro y claro a abuelos en cualquiera que critique y se oponga al gobierno".
L'ONU pide la intervención de la comunidad internacional
El uso del veneno Novichok viola la convención internacional contra el uso de armas químicas, añaden a Callamard y Khan, que también consideran el ataque contrario a las leyes de los derechos fundamentales contra las ejecuciones arbitrarias y la tortura o el trato inhumano a los detenidos. El envenenamiento a Navalni, "responde a una tendencia, observada desde hace décadas, de asesinatos o tentativas de asesinato contra ciudadanos rusos y críticos del gobierno, dentro o fuera del país", un comportamiento que las investigadoras afirman que "requiere ser respondido por la comunidad internacional".