Primer paso. La Unión Europea ha arrancado este lunes el proceso formal a fin de que Georgia y Moldavia pasen a ser miembros de la organización internacional. Con todo, llega después de que los dos países del este de Europa, y ex-repúblicas soviéticas, ya pidieran el ingreso a principios de marzo, solo pocos días después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y en el marco de la guerra con Rusia, pidiera la adhesión inmediata de su país a la UE. La Unión Europea acordó unos días después iniciar el proceso para los tres estados, con el objetivo de que, en un futuro, puedan ser miembros del club comunitario. Según informó la presidencia francesa de la Unión, la totalidad de los veintisiete estados miembros pidieron a la Comisión Europea que diera el primer paso para aceptar a Ucrania, Georgia y Moldavia elaborando el informe necesario para decidir si los países de la UE conceden su admisión como país candidato.

Es precisamente esto lo que la Comisión Europea ha hecho hoy, en el caso concreto de Georgia y Moldavia. El comisario de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi, ha entregado, en dos encuentros diferentes, los cuestionarios al ministro de Exteriores de Georgia, Ilia Darchiashvili, y a su homólogo moldavo, Nicu Popescu, en Luxemburgo, a los márgenes de un Consejo de Ministros de Exteriores de la UE. La semana pasada, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya entregó a Volodímir Zelenski el mismo cuestionario para Ucrania durante una visita a Kiev la semana pasada. Antes de que los tres países puedan ser miembros de pleno de derecho de la Unión Europea, la Comisión tiene que saber en qué situación se encuentran los solicitantes. Los cuestionarios tienen que servir para dar información sobre los aspectos políticos y económicos, así como de otros ámbitos más específicos.

Olivér Várhelyii ha comunicado a los ministros de Exteriores de Georgia y Moldavia que, tal como habían pedido, ya se ha empezado a trabajar en su solicitud para convertirse en miembros de la organización comunitaria. "De acuerdo con las respuestas que recibimos, empezaremos a redactar una opinión", ha indicado. Además, ha compartido que el objetivo de Bruselas es hacer efectivo este procedimiento de manera "muy rápida", de manera que, "como antes rellenen el cuestionario, antes dará la Comisión Europea su opinión al Consejo Europeo". Por su parte, los dos ministros han remarcado la voluntad firme de integrarse en el proyecto europeo.

La OTAN y Transnístria

La invasión de Putin ha desatado el temor por la amenaza rusa, fomentando así la expansión de la UE a otros países. La posible expansión de la OTAN por el este de Europa y la petición de Ucrania de entrar a formar parte de la Alianza Atlántica fue la excusa de Putin para iniciar la guerra. Pero el problema es que no ha conseguido frenar este expansionismo, sino que todo lo contrario. Con la invasión ha logrado reforzar a la OTAN y hacer crecer las peticiones de adhesión a la Unión Europea.

Automáticamente, después de la intención de Moldavia de unirse a la UE, Transnístria, una entidad prorrusa dentro del territorio moldavo, pidió que se reconociera su independencia. "En estas nuevas circunstancias, incluyendo las creadas por las acciones de los líderes moldavos, pedimos en la parte moldava que inicie un diálogo con Transnístria para conseguir la coexistencia en buena vecindad de dos estados independientes". Situado entre el río Nistru, o Dnièster en ruso, el enclave de Transnístria fue establecido al principio de la década de 1990 por fuerzas del antiguo Ejército Rojo estacionadas en Moldavia que no aceptaban la creación en la exrepública soviética un estado independiente de Moscú. Se estima que Rusia tiene permanentemente en el enclave conocido como Transnístria unos 2.000 militares.