Carlos Mazón está en el ojo del huracán mediático desde que la DANA arrasó la Horta Sud del País Valencià el 29 de octubre y por su negligente gestión al frente de la crisis de la catástrofe, que se ha llevado la vida de 218 personas y ha dejado 13 personas desaparecidas que todavía se buscan. Al presidente valenciano del Partido Popular ya se le considera un cadáver político que aguanta porque su caída podría arrastrar a Alberto Núñez Feijóo. Su imagen carismática, simpática y próxima ha caído en picado entre los valencianos. Su partido tampoco le ha dado el apoyo público incondicional que necesitaba, y Mazón atraviesa los peores momentos de su vida profesional y un momento personal sumamente difícil, acusado públicamente en la calle de asesino y criminal, atacado con barro y sintiéndose víctima de bulos sobre la comida que mantuvo con la periodista a la cual ofreció la dirección de À Punt, la televisión pública valenciana, con la que almorzó durante cinco horas el día de la catástrofe. Bulos, dice, que afectan a su vida "personal", como reconoció durante su comparecencia en las Corts Valencianes, aunque no las quiso desmentir.

La fuerza de la familia

Acosado, desacreditado y humillado, Mazón se refugia en lo que constituye los cimientos de su vida. El presidente valenciano es un hombre de profundas convicciones religiosas y familiares. Mazón está casado con Mamen, sobrina de una figura política socialista, el exdiputado en el Congreso entre 1982 y 2000, Josep Beviá, con la que tiene dos hijos mellizos, un chico y una chica, que ahora tienen 17 años, que considera el centro de su vida. "Por encima de todo soy papá", confesaba Mazón en una entrevista. Y en su perfil personal de Instagram comparte muchas escenas del día a día con sus hijos; bailando y mostrándose muy afectuoso con su hija, o saliendo de marcha y tomando un mojito con su hijo, con quien suele tocar la guitarra en casa, y compartiendo con ellos la devoción como costaleros del Cristo de la Buena Muerte de Alacant por Semana Santa. Si bien Mazón no tiene ningún problema en mostrar públicamente a sus hijos, no hay prácticamente imágenes públicas con su mujer, que prefiere mantenerse fuera del foco mediático.

 

El presidente valenciano mantiene su residencia en Alacant y se desplaza durante la semana a València para atender sus obligaciones como president de la Generalitat, por lo que recibe una compensación económica del 14% (11.224,32 euros) de su sueldo bruto anual de 91.398,24 euros. Según confesó, una de las peores cosas que lleva desde que es president de la Generalitat es "que no despierto a mis hijos por las mañanas y no escucho algunas voces por la mañana". El mismo Mazón ha reconocido que la familia es un pilar para él, lo que le da la fuerza para continuar. "Les pedí que me apoyaran en esta aventura de ser político, porque si no, no podría aguantar", reconoció en una ocasión.

Mazon y sus hijos bessonsl
Mazón y sus hijos mellizos (Instagram)
Mazón y su hija, después de su último mitin
Mazón y su hija, después de su último mitin

 

Apasionado del 'running' y el fútbol

Mazón es un apasionado por el deporte, practica el running —habitualmente participa en las medias maratones que se celebran en València o Alacant— y, lo que nadie diría, por la catalanofobia que siempre acompaña sus declaraciones políticas, es que sea todo un aficionado culé, que se inició en la fe blaugrana cuando el Barça fichó a Maradona en los años 80, aunque también presume de ser seguidor del Hércules CF de su ciudad natal, y de todos los equipos valencianos. El president de la Generalitat también es un gran aficionado a la lectura, afirma que devora libros, y tiene como escritor de cabecera a Stefan Zweig, autor de dos libros que recomienda fervientemente, Novela de ajedrez y Viaje al pasado. Una afición que comparte con su madre, que es su gran "recomendadora de libros".

Mazón corriente en el medio maratón de València
Mazón corriendo en el medio maratón de València (Instagram)

 

Camino a Eurovisión

También es muy conocida su afición por cantar, que empezó en los festivales veraniegos de su urbanización, cantando con su hermana, que lo impulsó a estudiar piano y solfeo y a montar algunos grupos de música cuando estudiaba Derecho en la Universitat d'Alacant, y aprendió a tocar la guitarra. Eran épocas de juventud en torno a las hogueras en las playas de Sant Joan y el Postiguet. El grupo más serio que montó fue Marengo, con el que incluso fue preseleccionado para cantar en Eurovisión, con la canción "Solo tú".

Veranos de 'Verano azul' y viajes a Lourdes

Carlos Arturo Mazón Guixot nació el 8 de abril de 1974 en Alacant, cuenta que tuvo una infancia feliz, con veranos como los de Verano azul (bicis, piscina, tenis, fútbol, fiestas…), en la urbanización Vistahermosa de Alacant, compartiendo aventuras con su hermana y su grupo de amigos. De mayor, disfrutaba de los viajes que hacía con sus padres, muy aficionados a descubrir rutas del románico y visitar pueblos e iglesias. Su padre, Carlos Mazón, que falleció, era hematólogo y fundó el primer banco de sangre de Alacant, y también era el médico de la Delegación de Alicante de la Hospitalidad de Lourdes. Durante años acompañó a su padre en sus viajes a Lourdes, que duraban todo un día en tren. Allí quedó marcado por la fe de los peregrinos, la procesión de las antorchas, experiencias impactantes, como recordaba con mucha emoción en una entrevista en Valencia Plaza; unos viajes que alimentaron su ferviente fe cristiana.

"Tu solución, Mazón"

Cuando tenía 12 años se presentó para delegado escolar, con el eslogan "Tu solución, Mazón", y aunque no ganó (quedó segundo), allí le entró el gusanillo político. Ya de adolescente, a partir de los 15 años, viajó durante los veranos a estudiar inglés a Brighton y también a Wisconsin, en los Estados Unidos, donde recuerda que fumó por primera vez, y donde disfrutó de la libertad que le daba no estar bajo el control de sus padres. Cuando llegó la hora de decidir a qué se dedicaría, optó por estudiar derecho en vez de seguir la tradición familiar de estudiar medicina, y entró en política. Con 18 años se afilió al Partido Popular valenciano y, después de licenciarse, empezó a trabajar como abogado.

Vinculado a Zaplana

Pero su camino se cruzó con el de Eduardo Zaplana, con el que siempre se le ha vinculado políticamente. En 1999, bajo su gobierno, pasó a ser el director general más joven de la Generalitat cuando ocupó la responsabilidad de dirigir el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ). Posteriormente, volvió a Alacant y fue elegido concejal del Ayuntamiento de Catral, después trabajó en la Cambra de Comerç durante una década y, a continuación, asumió la presidencia de la Diputació d'Alacant (2019-2023). Su carrera hacia el liderazgo de partido se disparó, y en 2021 se convirtió en el nuevo líder del PPCV. De ahí, pasó a ser el cabeza de lista del PP en las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023, donde el PP obtuvo 40 de los 99 diputados de las Corts Valencianes. Fue investido president de la Generalitat el 13 de julio del 2023 con 53 votos a favor (PP y Vox) y 46 en contra (PSOE y Compromís), y formó gobierno con Vox hasta que se rompió en julio del 2024, cuando Santiago Abascal anunció la ruptura de los pactos de gobierno, y Mazón destituyó a los tres consellers la misma noche del anuncio. Mazón había acumulado una carrera política exitosa y ascendente, en un territorio clave para el PP. Con 50 años, representaba la nueva generación de líderes populares con proyección, e incluso algunos ya lo veían como un futuro candidato a presidenciable en Madrid. Hasta que la DANA se cruzó en su camino el 29 de octubre.

Mazón y el independentismo

Una de las señas de identidad política de Mazón ha sido el enfrentamiento público con el independentismo y la defensa de la identificación valenciana, oponiéndose muy vehemente al concepto de Països Catalans y criticando a Junts y ERC por utilizarlo. "Vienen hablando de Países Catalanes desde hace demasiado tiempo, y mientras el PP esté en la Comunidad Valenciana y mientras haya una cosa que se llama Constitución y Estatuto, no pasará, y cada vez que alguien levante una bandera diciendo 'Países Catalanes', nos tendrá a nosotros delante, porque no somos el apéndice de nadie, no somos el hermano pequeño de unos supremacistas de nada (…) y no pasará", remachó. Mazón, incluso, ha tenido enfrentamientos con periodistas por referirse al País Valencià en vez de a Comunidad Valenciana, como el que tuvo con un periodista de ElNacional.cat. Mazón también estalla cuando oye que en València se habla catalán y reivindica el valenciano como lengua propia, pero en público no predica con el ejemplo, como demostró en su reciente comparecencia de más de tres horas en las Corts Valencianas.

En agosto de 2024, Mazón también tuvo un enfrentamiento con miembros del colectivo Arran, que quemaron una imagen suya durante las fiestas de Gracia, en respuesta a que el presidente popular criticó una pancarta que colgó el grupo independentista en la que se leía: "Benvingudes a la Vila de Gràcia. Això no és Espanya, som Països Catalans" ("Bienvenidas a la Vila de Gràcia. Esto no es España, somos Países Catalanes"). El líder popular lo calificó de "insulto supremacista" y tanto él como el PP culparon a Salvador Illa por permitir acciones aquella.