Javier Lambán siempre va a la suya, aunque en las últimas semanas se haya acercado a Pedro Sánchez, a quien ha criticado duramente por sus pactos con ERC, coincidiendo con él en actos del PSOE en Aragón. Con todo, sigue siendo un escéptico de sus políticas, especialmente de las que llevan a cabo a los ministros de Unidas Podemos en el Gobierno, como Alberto Garzón, de quien llegó a pedir la dimisión por una "agresión directa a la ganadería aragonesa". Por eso, en una entrevista en El Mundo, el presidente aragonés ha cargado contra él por su "poco trabajo en las últimas semanas", ignorando que Garzón ha sido padre por tercera vez y el 16 de enero anunció que durante seis semanas estaría de baja por paternidad. "Se tiene que reconocer que últimamente Garzón no hace nada, que es lo máximo a lo que uno podría aspirar", ha dicho. Efectivamente, no "hace nada", porque estaba de baja y durante el mes de febrero no ha tenido ningún acto. La primera parte del permiso se le acabó el pasado viernes, aunque todavía le quedan 10 semanas, que hará de manera parcial.
Las primeras críticas de Lambán en Garzón se remontan al principio del 2022, cuando censuraba al ministro por haber dicho que España exporta carne de mala calidad, criada en macrogranjas: "Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, 5.000 o 10.000 animales. Contaminan el suelo, el agua y después exportan carne de mala calidad de estos animales maltratados", defendió Garzón en unas declaraciones que Lambán entendió como un ataque personal a la ganadería aragonesa: "El que hace estas declaraciones no puede ser ministro de España ni un día más", decía, entonces, pero un año después, el líder de Izquierda Unida continúa en el Consejo de Ministros y la petición de Lambán fue ignorada. En los últimos meses, también se opuso a la ley de bienestar animal del ministerio de Ione Belarra, posicionando de nuevo más al lado de la derecha que de su propio partido: "Desde el primer minuto me puse al lado de los cazadores aragoneses y manifesté en Sánchez mi oposición al proyecto, tal como se estaba gestionando. La ley que finalmente se ha aprobado es más aceptable que la inicial, pero muchos de sus artículos me siguen pareciendo producto de una visión desde Madrid que no se corresponde con la realidad del campo", ha reflexionado Lambán, haciendo referencia a la enmienda del PSOE con respecto a los perros de caza, que finalmente fue introducida. "Confío en que los excesos y las extravagancias de la ley sean incumplibles y acabe olvidada", concluye.
Lambán, convencido de que ERC fisgó Salvador Illa
En la entrevista, Lambán ha tenido tiempo de cargar contra todo el mundo, incluso contra sus compañeros de partido, como Salvador Illa por los pactos con ERC: "Cuando veo sus pactos no puedo dejar de recordar al tripartito de Maragall, que llevó a la reforma del Estatuto", reflexiona, mientras se muestra convencido de que los republicanos traicionarán a los socialistas, ya que "llevan la deslealtad a sus genes": "Traicionarán como y cuando quieran a todo el mundo que pacten con ellos", aventura el presidente aragonés, que se ha mostrado también convencido que los de Oriol Junqueras volverán a plantear el referéndum de autodeterminación: "Tampoco quiero tener dudas respeto que este no será autorizado", aunque en este caso, su convencimiento parece más bajo.
Sobre la siempre turbulenta relación con Pedro Sánchez, el de Egea de los Caballeros ha asegurado que valora "positivamente" algunas de las políticas del presidente del Gobierno, pero que discrepa de bastantes: "Yo formaba parte de aquellos que pensaban que la gobernabilidad de España, podría estar de alguna manera sujeta a los independentistas. Y Sánchez nunca escondió sus cartas: quería un partido abierto a la plurinacionalidad", habla Lambán, que lamenta que desde que Pedro Sánchez resurgió de sus cenizas en las primarias, "el partido está encaminado en su dirección, y desde aquel instante hay militares como yo que nos consideramos en absoluta y como franca minoría". Sobre su comentario, asegurando que en España le habría ido mejor con Javier Fernández que con Sánchez, que provocó mucha polèmica, ahora ha matizado que lo que quería expresar es que el Estado ha perdido a un "gran dirigente". Fue el mismo Fernández, según Lambán, quien le pidió que modulara sus palabras.