"Estoy seguro de que la crisis catalana se mantendrá muchos meses. En estos momentos no veo una solución real". Es el diagnóstico del presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea (UE), Karl-Heinz Lambertz (Schoppen, 1952), en una entrevista en EUobserver, uno de los digitales de referencia sobre asuntos europeos y uno de los más influyentes entre los funcionarios de Bruselas. La solución, añade, "no es encarcelar políticos electos".
Este hombre sabe una o dos cosas sobre este tipo de conflictos. No solo porque es máster en Derecho por Lovaina y Heildelberg sino, sobre todo, porque es belga y, más difícil todavía, pertenece a la minoría de habla alemana, de la que ha sido ministro-presidente entre 1999 y 2014. Ahora es senador y miembro de la comisión que, por encargo del rey Alberto, trabaja para encontrar una solución a la permanente crisis constitucional de Bélgica. También es socialista.
Lambertz es mesurado pero de principios claros. De entrada, reparte la culpa del callejón sin salida actual a ambos lados. "Creo que los responsables catalanes no pensaban llegar tan lejos. Pero también estoy convencido de que la manera de resolverlo no puede ser enviar a la policía contra un referéndum, aunque sea conflictivo constitucionalmente. Tampoco es solución encarcelar políticos electos por este motivo".
Pide diálogo, negociación. "En la UE, una situación como esta, donde tienes un gran debate sobre la autonomía y las relaciones entre el Estado y sus regiones, se tiene que debatir en la mesa", añade.
Cita el ejemplo escocés: pactar un referéndum legal. La mayoría, recuerda el político belga, decidió permanecer en el Reino Unido. En España, sin embargo, "hay ausencia de diálogo al más alto nivel. Eso no puede ser una buena solución".
Lambertz lamenta que España ("un Estado regionalizado con experiencia") y Catalunya, sus respectivos gobiernos, casi no se hablen desde el referéndum del Estatut de 2006. "Desde aquel momento no hay más que conflictos. Lo que vivimos ahora son sus consecuencias. Hay que negociar. Esperemos que haya pasos en esta dirección en los próximos días, semanas y meses," dice.
Además, el callejón sin salida español/catalán "es malo para todas las regiones europeas", añade. "La regionalización, a mi parecer, es un aspecto mucho importanye de la gobernanza en Europa, es una cosa muy positiva".