Llega septiembre y es momento de vueltas: al colegio, al trabajo y a la política, también. Tanto en Catalunya como en España se marchó de vacaciones con bastantes asignaturas pendientes y, ahora, es la hora de las repescas. En el primer caso, el nuevo curso político estará marcado por la sentencia del procés y llega, de momento, sin una estrategia unitaria del independentismo para responder a ella. Una asignatura pendiente que tendrá que resolverse en breve, ya que la sentencia se espera –según cálculos extraoficiales– para principios de octubre. En España, la repesca sí tiene una fecha exacta fijada en rojo en el calendario: 23 de septiembre. Si antes de este día no prospera una nueva investidura de Pedro Sánchez, después de la sesión fallida de julio, se convocarán elecciones automáticamente.
El nuevo curso llega, pues, con un escenario bastante incierto, pero que se podría empezar a aclarar ya esta primera semana de septiembre, donde hay dos fechas clave. La primera, el martes 3 de septiembre, cuando el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, presentará en un acto público su oferta programática con la que intentará desbloquear las conversaciones con los partidos en torno a su investidura. La segunda fecha importante es el jueves 5 de septiembre, cuando el presidente catalán, Quim Torra, dé una conferencia también en Madrid, y donde podría empezar a aclarar cuál será la respuesta a la sentencia.
Estos son los diez puntos claves del nuevo curso político:
1. Búsqueda de una estrategia unitaria
El presidente Torra inició el pasado mes de junio una ronda de contactos con partidos, entidades y otros actores sociales para tejer una respuesta unitaria de cara a la sentencia. Los diversos acontecimientos políticos que tuvieron lugar en julio –especialmente los pactos contranaturaleza en algunos ayuntamientos y a la Diputación de Barcelona y las diferencias entre socios de Gobierno de cara a la investidura de Pedro Sánchez– dificultaron el acuerdo entre los principales actores: JxCat y ERC. Lo que dio paso a un verano de dardos y reproches públicos entre los dos partidos y a un empeoramineto de las relaciones.
Ahora, que el tiempo empieza a apretar con fuerza, ante la inminente publicación de la sentencia, los dos socios parecen intentar una tregua para no afectar a la Diada y ya se han reanudado los contactos para retejer la estrategia de cara a la sentencia. Justamente este pasado viernes hubo una cumbre independentista en Ginebra presidida por el presidente Carles Puigdemont y la secretaria general de ERC en el exilio, Marta Rovira, donde también participaron dirigentes de la CUP y de las entidades soberanistas, ANC y Òmnium.
La semana que viene se podría empezar a desgranar hacia donde irá la nueva estrategia independentista en la conferencia que Torra dará en Madrid, y que será la segunda parte de la que protagonizó en Prada de Conflent el 20 de agosto pasado, donde apostó por la "confrontación democrática". Torra también anunció en aquella ocasión que en la capital española haría una "propuesta inequívoca, coherente y firme" como respuesta a la sentencia, que implicaría "a todos los actores y espacios" y que supondría un "antes y un después".
2. La Diada, nueva prueba de fuego
El primer hito clave para el independentismo, sin embargo, no será hasta la Diada. Como cada año, la manifestación del 11 de septiembre convocada por la ANC servirá como timbre de inicio de curso y como termómetro del estado del movimiento. Después de que las inscripciones a la movilización registraran un fuerte descenso a mediados de agosto respecto a los datos del año pasado, actualmente ya se ha revertido la tendencia y desde la entidad esperan repetir el éxito de años anteriores. Según las últimos datos facilitados, hay 75.000 inscritos, más de 490 autocares contratados y se han vendido hasta 190.000 camisetas.
La Diada de este año tendrá lugar en la plaza Espanya y se extenderá por las seis calles que llegan. En el caso de la Gran Vía, el recorrido llega hasta el paseo de Gràcia. Según la ANC, la previsión es que se llegue al millón de manifestantes por octavo año consecutivo.
3. Dos años después, la sentencia
En este primera mitad del último trimestre de 2019 también está previsto que se publique la sentencia del juicio al procés. Varias voces extraoficiales apuntan que podría hacerse publica a principios de octubre, aunque no hay ninguna certeza oficial que lo confirme. Según algunas voces, el Tribunal Supremo querría avanzarla la primera quincena de octubre para evitar que los primeros encarcelados, los Jordis, cumplan dos años entre rejas, ya que entonces se tendría que hacer una ampliación de la prisión preventiva. Un hecho que se producirá el 16 de octubre.
La Fiscalía pide entre 7 y 25 años de prisión según el procesado, siendo el vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, por quien se pide la pena más alta. Sea cuál sea el veredicto final, sin embargo, los líderes independentistas ya han avisado de que no aceptarán ninguna sentencia que no sea la absolutoria y se está trabajando en la respuesta que tendrá que haber, tanto desde la sociedad civil como desde la vertiente institucional.
De momento, sin embargo, hay varias opciones sobre la mesa, desde un gobierno de concentración hasta una nueva investidura de Puigdemont, pasando por una convocatoria anticipada de elecciones, que tanto Torra como el espacio de JxCat descartan, o una movilización permanente.
4. Junqueras, el primero en llegar a la justicia europea
Dos días antes que se cumpla el segundo aniversario del encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, el 14 de octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de Luxemburgo tiene fijada la vista oral donde tendrá que dirimir si Oriol Junqueras tiene inmunidad como eurodiputado. La vista se celebrará después de que el Tribunal Supremo preguntara a la justicia europea sobre esta cuestión. Concretamente, en contra del criterio de la Fiscalía y la Abogacía del Estado, le preguntó por el alcance de la inmunidad y si, en caso de hacer una interpretación extensiva de esta condición, si eso obligaría al tribunal a liberarlo de forma inmediata y automática.
En caso de que la sentencia se hiciera pública antes de la sesión en Luxemburgo, sin embargo, la vista programada podría decaer al considerar que la situación penal de Junqueras habría cambiado. Por este motivo, alguno de los abogados, como Gonzalo Boye, consideran que el Supremo hará pública la sentencia antes de esta fecha para ahorrarse ser evaluado por la justicia europea. De llegar a celebrarse, sería la primera vez que un tribunal europeo se pronuncia sobre el caso de un preso político catalán.
5. El futuro de Puigdemont y la reactivación de las euroórdenes
También en Luxemburgo se decidirá en los próximos meses el caso de Carles Puigdemont y Toni Comín, que también recurrieron al no poder asumir el acta de eurodiputados el mes de julio pasado. En estos momentos su abogado, Gonzalo Boye, está ultimando las alegaciones del caso, después de que se rechazaran las medidas cautelares que se habían pedido para que pudieran asistir a la sesión constitutiva de la Eurocámara. Tal como aseguró Boye la semana pasada en una conferencia en la Universitat Catalana d'Estiu, el recurso podría utilizar la carta del derecho a las minorías, hasta ahora no usado.
Por otra parte, la publicación de la sentencia podría provocar una reactivación de las euroórdenes que afectaría a Puigdemont y Comín, que viven en Bélgica junto con Lluís Puig, así como también a Clara Ponsatí en Escocia y Marta Rovira en Suiza. Esta sería la tercera euroorden que el Tribunal Supremo cursaría contra los acusados, después de que las dos anteriores fueran retiradas. La primera se levantó cuando el Tribunal Supremo se hizo cargo del caso, entonces en manos de la Audiencia Nacional, mientras que la segunda, en el caso de Puigdemont, se retiró cuando la justicia alemana negó su extradición por rebelión, y en el caso de los exiliados en Bélgica fue denegada por este país por un defecto de forma.
6. 10-N, ¿nuevas elecciones en España?
La tercera fecha clave del curso político es el 23 de septiembre. Si antes de esta fecha no hay una nueva sesión de investidura y Pedro Sánchez no es revalidado como presidente del Gobierno habrá nuevas elecciones el 10 de noviembre. El cronómetro, pues, está activado y quedan exactamente 22 días para evitar unos nuevos comicios, los cuartos en cuatro años. De momento, las negociaciones formales no han empezado, pero está previsto que el martes que viene el presidente Sánchez presente su programa de gobierno en un acto público. Según fuentes socialistas, el documento incluirá 300 medidas, la mayoría de elas sugeridas por Unidas Podemos en la oferta que lanzaron el pasado 20 de agosto.
A estas alturas, la desconfianza entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es más que evidente, después de la investidura fallida de julio, pero la amenaza de nuevas elecciones y el posible avance de la derecha podría hacer mover la formación morada. Si no hay acuerdo entre estas dos formaciones también cabría la posibilidad de que Sánchez buscara la abstención del PP o Cs para conseguir desbloquear la situación. De momento, sin embargo, los dos partidos se mantienen en el 'no'. Si se agotan los plazos, mientras Barcelona esté en plena celebración de las fiestas de la Mercè, Madrid se estará debatiendo entre una nueva legislatura del PSOE o campaña electoral por Todos los Santos.
7. Y en Catalunya, ¿nuevas elecciones también?
Mientras todavía no se sabe si habrá una nueva cita con las urnas en España, en Catalunya también sobrevuela la posibilidad de que haya elecciones anticipadas. Aunque el presidente Quim Torra aseguró antes de las vacaciones que no tiene previsto convocar elecciones como respuesta a la sentencia, y que desde el entorno de JxCat también se cierre la puerta a esta posibilidad, algunas voces de ERC han reabierto el debate. El primero en abrir el melón y apostar por nuevas elecciones fue el exlíder de los republicanos en Madrid, Joan Tardà, pero no fue el único.
Incluso el presidente de ERC, Oriol Junqueras, apuntó en una entrevista a mediados de agosto que no descartaba la convocatoria de nuevos comicios como respuesta a la sentencia. Este jueves pasado, sin embargo, la secretaria general del partido, Marta Rovira, volvió a calmar los ánimos y aseguró que sólo contempla elecciones postsentencia si sirven para "fortalecer" las instituciones.
8. Negociación de nuevos presupuestos catalanes
Más allá del debate entre socios de Govern sobre si se tiene que responder a la sentencia con nuevas elecciones, lo que está claro es que el ejecutivo no puede continuar muchos meses más sin unos nuevos presupuestos y volviendo a prorrogar los de 2017. Para evitar este escenario, el vicepresidente y conseller de economía, Pere Aragonès, iniciará la semana que viene una nueva ronda de contactos con los partidos de la oposición. Para intentar seducirlos, Aragonès ya ha avanzado que incrementará la inversión social en 2.500 millones de euros.
Sin embargo, dentro del Govern no hay unanimidad sobre cuáles tienen que ser los principales socios y, mientras ERC mira a los comunes e incluso al PSC, JxCat defiende que los nuevos presupuestos no tendrían que comportar "renuncias nacionales" y apuestan por intentar un acuerdo con la CUP. De momento los de la CUP y los comunes se muestran cautos delante del anuncio de Aragonès y esperan saber más detalles para posicionarse, mientras que el PSC asegura que no negociará hasta que Torra "renuncie a la ruptura".
9. Reorganización del espacio postconvergente
Otro de los puntos clave del curso es la reorganización del espacio postconvergente. Este lunes el PDeCAT empezará un proceso participativo en el que los 15 mil asociados del partido debatirán cuál tiene que ser su encaje dentro de JxCat, ya sea fusionándose o en forma de coalición o federación. El proceso, que se debatirá en las asambleas territoriales, acabará el próximo 20 de septiembre y será entonces cuando la dirección del partido analizará las diferentes reflexiones de los asociados y hará una propuesta, que podría acabar votándose en un congreso o un consejo nacional.
Una vez el PDeCAT tenga su propuesta, el objetivo es ponerla en común con el resto de actores políticos del espacio postconvergente, es decir, JxCat y la Crida, ambos fundados por el presidente Puigdemont. Hay que recordar que el pasado mes de junio, Puigdemont se reunió con el expresidente Artur Mas en Waterloo para ponerse manos a la obra con la reorganización de este espacio.
10. Consolidación del giro estratégico de ERC
Finalmente, también los republicanos vivirán un proceso de reorganización interna este otoño. El próximo 15 de septiembre los más de 9 mil militantes que tiene el partido tendrán que avalar la nueva dirección, liderada una vez más por Oriol Junqueras y Marta Rovira, y que refuerza jóvenes liderazgos como Pere Aragonès o Marta Vilalta. Pero más allá de nombres, el partido vivirá este otoño un congreso en lo que tendrá que consolidar el giro programático que ha dado en los últimos dos años, después de la DUI y el inicio de la represión.
La dirección quiere intentar hacer compatible la confrontación con el Estado y la desobediencia civil con su apuesta firme por el diálogo. Después de que en el congreso del partido de 2015 se hiciera una apuesta clara por la unilateralidad como vía para llegar a la independencia, en 2018 ya se celebró una conferencia nacional en la que se empezaba a priorizar el diálogo, a pesar de no descartar todavía la unilateralidad, y ahora el partido preferiría aparcarla y "superar el debate", tal como apuntó Aragonès a mediados de agosto en una entrevista a este diario.
Habrá que ver, sin embargo, cómo ligan las diversas almas del partido. Mientras que un sector próximo a Joan Tardà apuesta por nuevas elecciones en Catalunya y dar un giro hacia los comunes, un grupo de militantes agrupados bajo el nombre de Col·lectiu Primer d'Octubre apuesta por romper negociaciones con el Estado y defiende la vía unilateral.