¿Ha votado Lluís Puig este miércoles en el pleno del Parlament? La respuesta no es clara, y posiblemente no se pueda saber con certeza hasta que se publique el resumen de la sesión en el acta y en el Boletín Oficial del Parlament. La expectación en la primera votación de la sesión ha sido máxima, después de que el Tribunal Constitucional haya anulado la vigencia de la delegación de voto del exconseller exiliado, y que la mayoría independentista del Parlament haya respondido con la decisión de garantizarlo con un plan lleno de incertidumbres. En la primera votación del Pleno hecha el miércoles al mediodía, la presidenta, Laura Borràs, siguiendo el acuerdo de la mayoría de la Mesa independentista, ha contabilizado verbalmente el voto de Lluís Puig, aunque no ha aparecido en el panel de las votaciones y por lo tanto, no se ha registrado electrónicamente. Antes de llevarse a cabo la votación, fuentes parlamentarias han explicado que la Mesa del Parlament ha dado instrucciones al departamento de audiovisuales -encargado de registrar el voto electrónico de todos los diputados- para que aparezcan electrónicamente todos los votos delegados excepto el de Puig, un mecanismo que aseguran que han hecho para proteger a los funcionarios y evitar situaciones como las desencadenadas en el caso Juvillà.
Antes de la votación, en el mismo hemiciclo Borràs ha explicado que el voto de Puig "será sumado al cómputo de votación sobre la base del sentido del voto que indique a la portavoz de su grupo parlamentario, en quien tiene delegada su votación", aunque en la pantalla el voto de Puig no ha aparecido. De esta manera, en la pantalla en la cual aparecen los votos se han visto 133 votos a favor de la convalidación del decreto y Borràs ha afirmado que se ha validado con 134, incluyendo el de Puig. Ahora está por ver si este voto constará oficialmente en el acta del pleno, por lo cual los miembros independentistas de la mesa se han emplazado a estudiar un acuerdo para que el voto de Puig quede registrado.
A estas alturas la Mesa no ha concretado como se plasmará el voto en el acta de la sesión, y está previsto que el órgano se vuelva a reunir este mismo jueves para cerrarlo. Lo que es habitual es que las actas las redacten los letrados, pero para evitar implicarlos, los tres partidos independentistas buscarán una fórmula para hacer que algún miembro se encargue de la redacción del documento. Antes de ser publicadas las actas de las sesiones de pleno tienen que ser firmadas por uno de los secretarios y con el visto bueno de la presidenta del Parlament. En caso de que hubiera alguna reclamación sobre el contenido, se tendrían que someter a la decisión del pleno a la sesión siguiente, según recoge el Reglamento del Parlament en el artículo 82.
Todas estas decisiones las ha ido tomando la mesa entre el martes y este miércoles. Además, también ha tenido que gestionar cuatro peticiones de reconsideración que han registrado el PSC, Vox, Cs y PP para reclamar que no se tenga en consideración el voto de Puig, reconsideraciones que han sido rechazadas. Además, los ultras han avisado de que se querellarían contra los miembros de la Mesa por desobediencia.