La presidenta del Parlament, Laura Borràs, sigue asegurando que no piensa dimitir por su causa judicial donde está procesada de prevaricación. Sí que es consciente, pero, después de las últimas manifestaciones de ERC y la CUP, que se podría dar el caso de que sea suspendida de acuerdo con el artículo 25.4 del reglamento del Parlament que establece la suspensión de un diputado cuando se le abre juicio oral por corrupción. Ahora bien, Borràs ha querido manifestar lo que considera que es ella una suspensión: "Suspendida de derechos y deberes no quiere decir dejar el escaño. Suspender a alguien del cargo quiere decir que dejas de hacer aquellas funciones, pero no quiere decir que las abandones o te hagan dimitir, sino que durante el periodo de tiempo que se considere que afecta a esta suspensión hay alguien más que hace las funciones", ha dicho la presidenta de la Cámara en una entrevista al programa 'Aquí Parlem' de RTVE que se emitirá el sábado por la noche en TVE.
La presidenta del Parlament ha asegurado que no han hablado de esta cuestión todavía en la Mesa. De momento está procesada y la Fiscalía le pide 6 años de prisión y 21 de inhabilitación. Los movimientos se producirán, sin embargo, cuando se le abra juicio oral, hecho que se puede producir la próxima semana o ya el mes de septiembre, dado que agosto es inhábil judicialmente hablando. Borràs asegura que todavía no se ha hablado de esta cuestión en el órgano rector de la Cámara y que no sabe "qué apoyo" tendrá, pero ha esperado que todo el mundo sea consciente de las "consecuencias" de esta decisión que ha asegurado que es de carácter político porque en la Mesa "hay políticos y no juzgas". "Confío y deseo que los políticos no hagan de jueces", ha apuntado.
Hasta ahora tanto ERC como la CUP se habían manifestado sobre esta cuestión con mucha prudencia, pero poco a poco han ido aumentando la presión sobre Borràs. Mientras Junts pide que el independentismo le dé apoyo por ser víctima de la represión del estado, la CUP ya le ha pedido directamente que se aparte. Esquerra Republicana no ha pedido su dimisión, pero sí que espera que Borràs acepte ser suspendida cuando la Mesa lo acuerde. Ahora bien, los republicanos han ido proclamando que si la presidenta del Parlament fuera de su partido, ya habría sido apartada.
Fue jueves de la semana pasada cuando Borràs conoció la petición de la Fiscalía por su caso. En aquel momento repitió lo que ya había dicho en reiteradas ocasiones, que no dimitirá porque es inocente. Entonces ya dejó en manos del resto de miembros de la Mesa la "decisión política" sobre la aplicación del artículo 25.4 del reglamento que impone la suspensión. "No he cometido nunca ningún delito y pienso seguir luchando hasta la extenuación por demostrar mi inocencia", aseguró, reclamando una vez más que se respete su presunción de inocencia: "No he pedido que nadie me absuelva, lo que pido es que nadie se me condene antes de ser juzgada".