Centenares de personas se han reunido en la plaza de la Villa de Gracia, el epicentro de las fiestas, para reclamar la libertad del presos políticos. Un lazo amarillo humano gigante ha presidido el acto, hoy que hace 10 meses del encarcelamiento de los 'Jordis', al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart y el expresidente del Assemblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sánchez.
Gritos de "libertad presos políticos" y carteles alzados donde se podía leer "Ni prisión, ni exilio, os queremos en casa", han marcado el inicio de un acto donde el líder de la formación Sabor de Gràcia, Sicus Carbonell y los castellers de la Vila de Gràcia, han leído un manifiesto recordando los días, semanas y meses que los presos políticos están en la prisión y los exiliados en el exilio. "Es el lamentable contador de la vergüenza", han dicho y han lamentado que en el gobierno español "ni siquiera se le han subido los colores".
El vicepresidente de Òmnium Cutural, Marcel Mauri, ha hecho un llamamiento a no desfallecer y a seguir con las movilizaciones porque "tenemos que demostrar en el mundo que estamos y que estaremos". Por eso ha recordado a todo el mundo que se inscriba a la jornada del 11 de septiembre.
Ha recordado también que el juicio del 1-O está al caer y que "nos tocará arremangarnos y salir a la calle para denunciar este juicio de la verguenza y explicar la vergüenza en la que se ha convertido la justícia española".
Mauri se ha dirigido al gobierno español del cual ha dicho que después de tres meses "de tener un gobierno progresista", no ha habido ningún cambio. "El único gesto que vale es que vuelvan a casa (los presos y exiliados) y que se retiren las falsas acusaciones".
El vicepresidente también ha leído unas palabras de Jordi Cuixart, graciense, que desde la prisión ha dicho: "No me he sentido ni un minuto solo, os añoro pero eso no se un sentimiento de tristeza, sería triste no tener nadie a quién añorar".
Desde la ANC, David Minoves ha reafirmado que el trasladado de los presos políticos a las prisiones catalanas "es un derecho" y que "en ningún caso nos sentimos más aliviados ni más contentos porque estén más cerca de casa. Sólo estaremos contentos cuando estén en casa, no en las prisiones catalanas", ha destacado. También ha denunciado la confrontación que busca la ultraderecha con acciones como "arrancar lazos amarillos". "Buscan una respuesta violenta que no encontrarán", ha dicho a la vez que ha añadido, "no dejaremos pasar ni una".
Alba Puig, la hija del conseller en el exilio, Lluís Puig, como representante de la Asociación Catalana de Derechos Civiles, que agrupa a los familiares de los encarcelados y exiliados, ha dado las gracias a todas las personas que desde hace diez meses se movilizan y "llenan" plazas. "No desfallezcáis, no dejéis de defender nuestra causa", ha dicho. Puig también ha recordado que "eso no va de independencia, que va de democracia" y en inglés, se ha dirigido a los turistas que había en la plaza para pedirlos que expliquen en su casa "la injusticia" que comete el Estado español.
Las tres asociaciones han tenido un recuerdo para todas las víctimas de los atentados del 17 de agosto.