La lectura de la prensa europea es muy diferente de la española sobre el caso de Juan Carlos I con la justicia suiza. Mientras los medios del Estado allanan el terreno para su retorno y luchan por su último escollo, que la justicia británica acepte su inmunidad, en Europa lo intentan bien diferente. Así pues, no exculpan el emérito de sus corruptelas y lamentan que tan solo "se haya salvado por una falta de pruebas".
En esta línea editorial y, leyendo la resolución del fiscal suizo, abren sus diarios a Francia, Alemania o Gran Bretaña. Y desde los diarios de tendencia conservadora hasta los más progresistas. También desde las líneas editoriales más serias hasta las de variedades. Encontramos algunos ejemplos destacados.
Desde Alemania, ya titulan en el lead del RND Que "había que encontrar más pruebas". Y añaden: "La historia es ciertamente notable. Lo que lo hace todavía más notable es que Bertossa descubrió que Juan Carlos regaló el dinero —cuatro años después de haberlos recibido— a la empresaria alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, que se describió a sí misma como la "querida amiga" del rey. Bertossa encontró eso tan sospechoso que, a diferencia de Juan Carlos, enumeró a los alemanes como los "acusados". La acusó de blanqueo de capitales. Pero también tuvo que dejar esta sospecha".
Desde Gran Bretaña, donde Corina lo ha denunciado y tiene un caso abierto, el Daily Mail no habla de "presunto corrupto" sino que escriben en afirmativo y acusan directamente al emérito de no declarar dinero y aceptar cobros ilegales: "Las empresas ferroviarias españolas obtuvieron un contrato de construcción lucrativo por parte de Arabia Saudí el 2011. Juan Carlos tuvo acceso a la cuenta bancaria suiza y se alegó que el dinero se pagó como aparte de un plan de soborno. Pero los fiscales suizos no pudieron vincular 'lo suficiente' el dinero y el contrato de tren".
Incluso el Paris Match, no niega la mayor y recuerdan el pasado franquista del emérito: "Figura central en la transición democrática después de la muerte del dictador español Franco en 1975, Juan Carlos, que abdicó en el 2014 en medio de escándalos, es objeto de tres investigaciones judiciales en España".
Para acabar, el Tribune de Genève, en un artículo de opinión, cita un último aspecto que tampoco ha ayudado a poder sacar el caso: la lentitud de la justicia suiza. "El hecho de que una investigación dure más de tres años para dar lugar a una clasificación general y una pequeña multa en una sección adicional plantea interrogantes. Para los acusados sospechosos en estos procedimientos, las consecuencias psicológicas, de reputación y financieras pueden ser graves. Eso impone a la justicia un deber de celeridad. En el caso Juan Carlos, las partes tardaron años a convencer al fiscal Bertossa de que su investigación acabaría en un callejón sin salida. Ya era hora de acabar el ejercicio", señala el periódico.