El ministerio de Defensa y la Legión han anunciado que abrirán investigaciones a los militares que este sábado fueron fotografiados mientras bebían cerveza al lado de sus armas largas reglamentarias, según ha adelantado la COPE este domingo.
Fuentes del Ejército español han confirmado a la emisora de radio que "todo parece indicar que se trata de una compañía de legionarios" y que el grupo de soldados se encontraba realizando operaciones en Francia. Las fotografías que los muestran bebiendo cerveza junto con armas largas en Vilafranca se trataría de una "parada técnica" en el camino de retorno.
Así pues, estas mismas fuentes militares han asegurado que "se abrirá una investigación y si se han saltado las normas se tomarán las medidas disciplinarias correspondientes". Según han apuntado, el problema del comportamiento de estos efectivos de las fuerzas armadas españolas sería haber bajado del autobús con el armamento al mismo tiempo que consumían bebidas alcohólicas.
La difusión de las imágenes provocó mucha polémica en las redes sociales. Los grupos municipales de ERC y la CUP protestaron por esta acción de los militares españoles y exigieron su retirada. Los republicanos también pidieron explicaciones a la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera. La jefe de la oficina del president Carles Puigdemont, Josep Luis Alay, también denunció los hechos, en inglés.
Por parte del Ayuntamiento de Vilafranca, el alcalde Pere Regull (JxCAT), ha declarado al 3d8 que pedirán explicaciones "por enviar a más de cien soldados con equipamiento de trabajo y armamento por Vilafranca sin haberlo puesto en conocimiento de Mossos y autoridades. Se aportarán fotografías de estos militares armados consumiendo en un bar y paseando con las armas por un supermercado".
En la red se había especulado con la posibilidad de que fueran unos jugadores de Paintball o Airsoft, o una despedida de soltero, pero ha quedado desmentido.
Según el portal Newtral, los militares son legionarios que venían de hacer unas maniobras en la localidad francesa de Étain (Verdun), y viajaban hacia Ronda (Málaga). Habrían hecho una parada en Vilafranca, para que descansaran los conductores de los autocares.
El ministerio asegura que las armas estaban descargadas cuando las sacaron a la calle.