La publicación de tres tuits en el perfil oficial de la Conselleria de Agricultura, Ramaderia i Pesca, bajo el mando de Vox, llenas de faltas de ortografía y sin seguir los criterios que marca la Academia Valenciana de la Lengua han provocado las primeras tensiones entre el gobierno del PP y la ultraderecha en el País Valencià. Aquellas publicaciones que provocaron mucho alboroto en las redes, con buena parte criticando que un perfil oficial escriba con faltas de ortografía, pero también con votantes de la ultraderecha celebrando que utilicen las "Normas de Puig", como un intento de eludir un supuesto "catalanismo" que implica, según Vox, utilizar las normas ortográficas oficiales del territorio. A partir de aquella polémica, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, salió a defender "la autoridad científica" de la Academia Valenciana de la Lengua, que cuenta con su diccionario. Eso sí, también ha pedido a esta institución "sensibilidad para integrar una parte del valencianismo social y político que se ha sentido alejado". De todos modos, Manzón también dejó claro que la Generalitat Valenciana utilizará las normas que dicta la Academia.

Pero el PP no gobierna solo en el País Valencià, como sí que lo hace en las Islas Baleares aunque con la ultraderecha condicionando prácticamente todas las decisiones que toma la popular Margalida Prohens. Lo hace con Vox, después de llegar a un pacto con el cual se hicieron con tres conselleries: Cultura i Esports; Agricultura, Pesca i Ramaderia y Justicia i Interior. Y la ultraderecha ha decidido eliminar cualquier rastro del catalán, o el valenciano, de sus comunicaciones oficiales después de que Mazón anunciara que la Generalitat utilizaría los criterios de la ALV. Si a partir del 17 de agosto, cuando Francina Armengol anunció que se podría hablar en catalán en el Congreso y la derecha y ultraderecha valenciana se sublevó porque no hacía referencia al valenciano, cosa que parece resuelta con la denominación catalán-valenciano que la presidenta de la cámara ha pactado con Ximo Puig, las conselleries de Vox empezaron a publicar mensajes con las dos lenguas pero llenando de faltas de ortografía las traducciones, desde que Mazón reconoció la autoridad de la ALV, estos han desaparecido.

Pequeña marcha atrás de Vox

Este miércoles, Vox ha vuelto a entrar en la polémica, asegurando que su formación "respeta la ley" y, por lo tanto, también la Academia Valenciana de la Lengua, una institución creada por la misma Generalitat Valenciana en 1998 y que desde el 2006, con la reforma del Estatuto de Autonomía del País Valencià, se convirtió en el único organismo competente en la regulación del valenciano. Lo ha dicho la síndica de Vox en las Corts, Ana Vega, pero que no ha aclarado si Vox utilizará al valenciano de las "Normes de Castelló" a partir de ahora en sus comunicaciones en las redes sociales y también en otros soportes. Si cuando utilizó las "Normes de Puig" fueron aplaudidos por los más radicales, ahora un paso atrás podría suponer las críticas de este sector. Aunque este miércoles Vega ha asegurado respetar la ALV, su partido antes se había referido a ella como un organismo "politizado y pancatalanista".