La princesa Leonor inaugurará el polémico submarino Isaac Peral por el cual el Gobierno socialista ha decidido sacar adelante el mayor gasto de la historia en un aparato militar, en total 1.800 millones de euros, con sobrecostes incluidos derivados de los problemas técnicos que tuvieron en su diseño y el retraso en su construcción. De esta manera, Leonor será la encargada de inaugurar con una botella de champán este submarino ante la mirada de su padre, Felipe VI, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Submarino Isaac Peral / Foto: Navantia

Así pues, Leonor cumplirá con una vieja tradición, la de estrellar una botella de forma manual contra un submarino, una especie de bautizo que se ha sustituido por antiguos rituales, primero fue con sangre y después con vino. Uno de los casos más emblemáticos es cuando, en 1911, White Star Line decidió lanzar el 'Titanic' al mar sin haber previamente realizado su bautizo tradicional.

Más allá de estas anécdotas, desde la Casa Real y el Ministerio de Defensa quieren dar la máxima difusión a este evento: a partir del mediodía abrirán un canal de youtube para retransmitir la inauguración y hacer todos los honores a la 'madrina' Leonor.

El escándalo del precio

El Gobierno destaca que, junto con la compañía Navantia, han conseguido sacar adelante el primer submarino 100% 'made in Spain'. Anteriormente, el astillero francés aportaba previamente el diseño como ya había pasado con el modelo S-70. Romper este contrato también supuso un gasto y, posteriormente, los primeros intentos de tener un submarino sin ayuda extranjera supusieron un gran fracaso, como el modelo S-80 por su falta de efectividad. Con el Isaac Peral pasó una cosa similar: después de construirlo se dieron cuenta de que faltaban diez metros de eslora para compensar el peso a un lado y otro y se tuvieron que modificar los muelles de la base en Cartagena, Murcia.

Inicialmente, el sobrecoste se cifró en 1.550 millones de euros y, posteriormente, una reserva de cien millones para imprevistos. Pero la cifra todavía aumentó más. Lejos de tapar este agujero, la previsión es gastarse más recursos públicos. Está previsto construir tres más. En total, una inversión de 4.000 millones de euros que llegará a su punto álgido con la presentación de todos ellos el año 2023. De esta manera, la Armada recibirá más submarinos de forma escalonada: en diciembre del 2024 el S-82; en octubre del 2026, el S-83 Cosme García; y el último que completará los cuatro proyectos, el S-84 Mateo García de los Reyes, en el 2028. Son plazos "factibles y realistas", aseguran.

La justificación de esta inversión viene motivada por los "8.000 kilómetros de costa que tiene España entre el Mediterráneo y el Atlántico", también para "protegerse de posibles escenarios bélicos en estas aguas" y no quedar atrás en la actividad frenética de submarinos, algunos nucleares, que circulan por el Estrecho de Gibraltar, prácticamente 82.000 anuales.

Del Cervantes al Peral

La agenda oficial de Leonor cada vez tiene más protagonismo. Sus dos primeros actos oficiales como máxima protagonista son antagónicos: de la cultura a las fuerzas armadas. El pasado mes de marzo presidió un acto del Instituto Cervantes junto con la vicepresidenta Carme Calvo. Desde el gobierno, consideran indispensable apoyar la defensa porque "las flotas se encuentran bajo mínimos". Así pues, el equipo de Robles "lamenta" que con las dos últimas crisis económicas, se han dado de baja 27 barcos y "sólo" se han incorporado nuevo. Y también trabajan para renovar "con urgencia" las fragatas F-100 y alargar la vida útil de todas ellas.

Fotografía principal: Leonor en el Instituto Cervantes