Los letrados del Congreso de los Diputados han tumbado el discurso que el PSOE esparcía la semana pasada por los pasillos de la cámara baja: avalan admitir la proposición no de ley presentada por Junts per Catalunya con la que, si prospera, se instará a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. Los socialistas y el equipo de la presidenta de la cámara, Francina Armengol, explicaban hace unos días a los periodistas que cubren la información parlamentaria de Madrid que los servicios jurídicos de la cámara tumbarían la iniciativa del grupo capitaneado por Míriam Nogueras. El argumento que utilizaban era que la PNL es una "cuestión de confianza encubierta", una prerrogativa que solo está en manos del presidente del Gobierno. Finalmente, los servicios de la cámara han rectificado al PSOE. En un informe al que ha tenido acceso ElNacional.cat, los letrados se abren a aceptar la iniciativa: "Como es una proposición no de ley, el resultado de la votación no tendría impacto jurídico en la relación de confianza existente entre el poder legislativo y el ejecutivo". Dicho esto, deja en manos de la mayoría del PSOE y de Sumar admitir la iniciativa de Junts en la reunión de la Mesa del Congreso que se celebrará este martes a las diez de la mañana. De hecho, el texto señala que, ante la ausencia de "precedentes de proposiciones no de ley similares, corresponde a la Mesa fijar un criterio que servirá como referencia para la decisión en torno a la admisión a trámite de otras iniciativas de control en el futuro". Fuentes del equipo de Francina Armengol consultadas por este periódico admiten que no esperaban recibir un informe "tan abierto" como el que los letrados les han puesto ahora sobre la mesa.
El PSOE, hace unos días, se escudaba en un precedente de 2013: los socialistas registraron entonces una moción en la que se instaba a Mariano Rajoy a "asumir responsabilidades políticas" por haber mentido a la cámara respecto de los casos de corrupción del PP. Entonces, los letrados la tumbaron argumentando que se trataba de una moción de censura encubierta. Ahora, sin embargo, los servicios jurídicos argumentan que no se tienen que mezclar peras con manzanas: "Una cosa es pretender que el Congreso ejerza una competencia propia —exigir la responsabilidad política— por un camino diferente del previsto —la moción de censura—, y otra es instar al presidente del Gobierno a ejercer una competencia que es suya —plantear una cuestión de confianza—, lo cual no deja de ser la esencia misma de una proposición no de ley".
Toda la presión sobre el PSOE
Vamos por partes: esta película empezaba el lunes cuando Carles Puigdemont, en una rueda de prensa desde Bruselas en que denunciaba los incumplimientos por parte del PSOE de los acuerdos firmados hace un año con Junts, instaba a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. De forma simultánea, los independentistas registraban en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en que, si prospera, la cámara baja instaría al presidente del Gobierno a someterse a esta moción; porque el partido del presidente en el exilio ya se olía que el líder socialista no aceptaría su exigencia por su propio pie.
Así fue: la Moncloa explicaba minutos después que Pedro Sánchez no tiene intención ni ve necesario someterse a una cuestión de confianza. Para blindar todavía más al presidente español, el PSOE hacía público al día siguiente por los pasillos del Congreso que los letrados de la institución tumbarían la PNL de Junts con el argumento que es una cuestión de confianza encubierta. Después del revés de los servicios jurídicos a los socialistas, ahora la pelota vuelve a estar sobre el tejado de Ferraz y de la Moncloa.
Dentro de menos de 24 horas se volverá a reunir la Mesa del hemiciclo ubicado en la madrileña Carrera de San Jerónimo, y al PSOE le tocará votar a favor, en contra o abstenerse de la iniciativa. Miembros de Sumar de la Mesa consultados por ElNacional.cat ya manifestaban en los últimos días su incomprensión sobre por qué la proposición de los independentistas tendría que decaer. Los socialistas tendrán que tener en cuenta que, si apuestan por desoír a los letrados del Congreso, Carles Puigdemont informará sobre sus consecuencias a las diez de la noche en una entrevista en TV3.
"Mueva el culo"
La advertencia más clara que ha recibido hasta ahora al presidente del Gobierno ha sido por parte de la líder de Junts per Catalunya en el Congreso de los Diputados. Durante la sesión de control al ejecutivo de la semana pasada, a Míriam Nogueras le tocó tener un cara a cara con Pedro Sánchez. Al día siguiente de haberle exigido una cuestión de confianza a causa de los incumplimientos de Junts con el PSOE, la diputada independentista le advirtió: "Saben perfectamente que no vamos de farol; mueva el culo". Los socialistas, en efecto, se movieron: el viernes se celebró en Suiza una nueva reunión entre las dos formaciones; los socialistas tenían la esperanza de que pudieran superar la nueva crisis abierta con la principal fuerza independentista. Pero no fue así. Junts salió decepcionado porque no se sellaron acuerdos.