La ley de la dependencia nació sin los fondos necesarios para sacarla adelante y con la recesión económica su implantación todavía ha sido más deficiente. La escasa aportación del Estado, que descargó la responsabilidad de buena parte de su financiación a la Generalitat, ha tenido sus consecuencias negativas. Así un total de 11.194 personas que habían solicitado las prestaciones de la ley de la dependencia han muerto en Catalunya entre el 2013 y el 2017 sin llegar a recibir las ayudas que les correspondían, según datos del departamento de Trabajo, Bienestar Social y Familias.
Actualmente hay 18.438 personas en lista de espera para poder acceder a una plaza de residencia financiada públicamente.
Esta situación la ha hecho pública Cinta Pascual, presidenta de la Asociació Catalana de Recursos Asistencials (ACRA), la patronal que agrupa el 70% de las residencias, centros de día, centros sociosanitarios y servicios de ayuda a la dependencia. Pasqual resalta que el 75% de las 11.194 personas solicitantes de las ayudas de la ley de dependencia que murieron entre el 2013 y en el 2017 ya tenían una valoración hecha y un plan individual de ayuda (PIA), que determina qué tipo de prestación puedes recibir.
"Maltrato acumulado"
"No es momento de repartir responsabilidades ni de criticar la actuación del actual gobierno porque la situación a la cual hemos llegado es fruto de un maltrato acumulado hace muchos años", alega Pascual.
La presidenta d'ACRA cree que "hay que cambiar la estrategia fijada por la Generalitat de incremento de la actividad de las plazas porque no permite absorber con eficiencia la demanda existente" y propone apostar por la Prestación Económica Vinculada al Servicio (PEVS).
Las PEVS son una prestación económica que se da cuando el acceso a un servicio público o concertado no es posible y su importe se establece en función del grado de dependencia y de la capacidad económica del usuario.
Propuesta en el Gobierno
La presidenta d'ACRA propone que la Generalitat aumente el importe de la PEVS del grado II, correspondiendo en la dependencia severa, el grado mayoritario entre los dependientes, de los 426 euros actuales hasta 715 euros, el mismo importe que ahora reciben a los grandes dependientes de grado III.
"Estos casi 300 euros extras en el mes permitirían a los usuarios plantearse la posibilidad de abandonar la lista de espera y acceder a un recurso asistencial de forma inmediata. Desde d'ACRA hemos calculado que la inversión pública por cada mil plazas de PEVS con este nuevo importe sería de 3,5 millones de euros, netamente inferior al gasto que hay que hacer para crear mil nuevas plazas con financiación pública," afirma Pascual. El importe de las PEVS había sido superior a 1.000 euros antes de su suspensión hace unos años.
Pascual advierte que se acerca "un tsunami social" por el sobreenvejecimiento de la población y recuerda que en el 2051 la población de 65 años o más habrá llegado al 30% en lugar del 18% actual, y el colectivo de 85 años o más estará formado por 550.000 personas, más del doble de las que hay ahora.