Una ley electoral catalana se tiene que afrontar “en la ponencia de ley de transitoriedad jurídica”. Así lo ha revelado la diputada de Junts PelMagda Casamitjana este miércoles en una intervención desde la tribuna parlamentaria, donde ha aprovechado para invitar al PSC, que ha presentado una moción para regular las incompatibilidades de los diputados, a que “participe”, ya que una futura regulación electoral en Catalunya tiene que contar “con todo el mundo”.

Aunque el diputado socialista Ferran Pedret no ha replicado a la invitación de la juntera, el PSC no participa en las ponencias de la desconexión. Es más, desde las filas de Miquel Iceta consideran que el formato no es válido porque sólo JxSí y la CUP participan y llegaron a recorrer su creación ante el Tribunal Constitucional.

La cuestión de la reforma del sistema electoral hace años que se encuentra en medio del debate político y es de competencia autonómica. Si bien todos los partidos se han comprometido año tras año a encontrar un acuerdo que resuelva una situación que hace que Catalunya todavía utilice la primera ley española, el consenso, que requiere de dos tercios de la cámara catalana, nunca se ha conseguido.

Críticas en abundancia

Cero autocrítica y muchas acusaciones cruzadas. Aunque la cuestión depende del acuerdo mayoritario de los grupos, Catalunya Sí Que es Pot, PP y Ciutadans han sido especialmente críticos. El diputado ecosocialista Joan Coscubiela ha asegurado que “algunas fuerzas políticas se llenan mucho la boca de la construcción nacional de Catalunya siempre que no afecte a sus intereses electorales”. Lo ha dicho en referencia al hecho de que el actual modelo da más representación a las zonas menos pobladas del país y que mayoritariamente son de tradición nacionalista.

En la misma línea se ha expresado el diputado de Ciutadans José María Espejo, que ha cargado contra que, aunque respete la ley actual, “hoy hay una mayoría absoluta parlamentaria que no representa la mayoría social”.

Sobre la propuesta concreta que hoy ha puesto sobre la mesa el PSC, la mayoría de fuerzas de la cámara han coincidido en considerarla un “parche”, si bien han dicho que darían apoyo unánime. Incluso los dos más reticentes, Junts Pel Sí y PP, han acabado retirando las enmiendas a la totalidad que habían presentado, alegando que no querían que se entendiera como poner impedimentos a una cuestión como ésta.