El Congreso de los Diputados ha tumbado este jueves las enmiendas a la totalidad de PP y Vox a la reforma de la ley mordaza; de manera que el texto continúa su recorrido en esta cámara. El próximo paso será que el texto se trabaje en la comisión de Interior de la cámara baja y que los distintos grupos parlamentarios presenten enmiendas al articulado. A finales del mes de octubre, el Pleno del Congreso ya dio apoyo a la toma en consideración de un texto que fue registrado por el PSOE, Sumar, Bildu, Esquerra Republicana, PNV y BNG. También Junts per Catalunya ha votado en contra este jueves de las enmiendas de PP y Vox, aunque ya ha avisado de que la norma se tendrá que pincelar en el periodo de enmiendas. En la legislatura pasada, la reforma de la ley —formalmente llamada 'de Seguridad Ciudadana'— descarriló a causa de las diferencias de los socialistas con Esquerra Republicana, Junts per Catalunya y Bildu. El PSOE apostaba entonces por mantener las pelotas de goma.

La intención de los populares era mantener la norma exactamente igual que la aprobada por la mayoría absoluta de Mariano Rajoy en 2015, con algún retoque en el apartado de infracciones muy graves. Concretamente, el PP proponía "reforzar todavía más los instrumentos de que disponen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el Estado de Derecho para garantizar la seguridad de los españoles", y pedía perseguir conductas que no sean constitutivas de delito como por ejemplo en el caso de la organización o promoción de homenajes a condenados por terrorismo; así como sancionar los que faciliten estas celebraciones desde sus ayuntamientos.

Los populares también pedían tipificar como infracción grave el empleo de cualquier vivienda. Con el argumento de potenciar la lucha contra las bandas, los populares también apostaban por castigar gravemente llevar, exhibir o utilizar armas que estén prohibidas, como navajas automáticas o de tipo mariposa; así como utilizarlo de forma intimidatoria.

Vox, por su parte, reclamaba modificar la ley "promovida por los enemigos de España" para, entre otras cuestiones, dar cobertura legal a la expulsión de los inmigrantes que se encuentren en situación irregular en el estado español. Pretendían, también, agilizar las devoluciones en caliente en la frontera. En su propuesta, el partido de extrema derecha otorgaba a la policía el derecho a "actuar proactivamente en el uso de la fuerza" cada vez que un manifestante superara una distancia de seguridad mínima con el agente. También reclamaban reforzar el régimen sancionador de cara a las ocupaciones.

La reforma de la ley mordaza

El texto registrado por el PSOE con el gran grueso de sus socios aboga por una "sustitución progresiva" de las actuales pelotas de goma que pueden utilizar los policías españoles. También apuesta por acabar con la "discrecionalidad" que existe ahora en la imposición de sanciones por desobediencia y falta de respeto a la autoridad. El PSOE también pactó con Bildu presentar en el plazo de medio año una reforma de la Ley de Extranjería que acabara con las devoluciones en caliente en la frontera.