¿Es posible un acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para una reforma pactada de la ley del 'solo sí es sí'? Ambas partes sostienen que sí, que quieren llegar a un acuerdo y que todavía hay margen de tiempo para presentar enmiendas a la proposición de ley que registraron unilateralmente los socialistas. Ahora bien, este escenario se presenta ahora mismo lejano. ¿Por qué? Tiene que ver con un aspecto técnico, se trata de un detalle que lleva a PSOE y Podemos al choque y que, al mismo tiempo, es la rendija para que ambas partes lleguen a un entendimiento.
Se trata, al fin y al cabo, de dónde se coloca la violencia y la intimidación en la nueva versión del texto. Como la obsesión de Podemos y del Ministerio de Igualdad es que el consentimiento se mantenga bien intacto en el corazón de la ley, piden que la violencia y la intimidación se coloquen en la reforma como agravantes de una agresión sexual. El PSOE no lo ve de la misma manera; y es por eso que en la proposición que ha registrado en el Congreso lo ha planteado como un subtipo dentro del Código Penal. Es decir, que sea en él mismo una forma de agredir sexualmente.
Fuentes del Ministerio de Justicia ya reiteraban la misma idea este lunes: la propuesta de Igualdad de situar la violencia y la intimidación como agravantes dispara las penas. El argumento es el siguiente: si un hombre magrea a una mujer en el metro y, además, la agrede físicamente, le podrían llegar a caer hasta ocho años de prisión, cosa que parece desproporcionado. La ministra Pilar Llop intentaba convencer a los oyentes de la cadena SER este martes utilizando el mismo argumentario: "Introducirlo como un agravante supondría una exageración punitiva, una desproporción".
Jaume Asens no lo ve de la misma manera. El presidente de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados señala que la ministra Llop dice medias verdades. "Eso sería así si el agravante se colocara en el redactado que ellos presentan", ha afirmado este martes en rueda de prensa en la cámara baja. Preguntado por esta especificidad del conflicto entre los dos socios de gobierno, el abogado con amplios conocimientos jurídicos ha señalado que las penas se disparan si se coloca la violencia y la intimidación en dos sitios a la vez; en el subtipo y en el agravante. "Pero nosotros solo lo queremos colocar en el agravante", ha expresado.
De hecho, fuentes conocedoras de las negociaciones entre PSOE y Podemos señalan que este punto, por mucho que sea el que hace chocar ambas partes, es el que genera más esperanzas con el fin de llegar a un acuerdo. Desde la esfera de Podemos se asegura que hay conversaciones paralelas con los socios parlamentarios del Gobierno, y que ven con buenos ojos introducir la violencia y la intimidación como agravante y no tanto como subtipo. "Esperamos que eso acabe presionando al PSOE y acabe situándolo en una posición de más consenso", apuntan las mismas fuentes.
De la misma manera, fuentes de Esquerra Republicana admiten que todo este tema es "muy técnico" y que entrar en el fondo de la cuestión puede complicar el debate. De hecho, el líder de la formación en el Congreso, Gabriel Rufián, no ha acabado de dejar del todo clara la posición de los republicanos en esta cuestión: ha pedido mantener el consentimiento en el centro, y al mismo tiempo ha insistido en que se trata de un texto mejorable.