De nuevo de madrugada. La proposición de ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República se ha aprobado diez minutos antes de la una de la madrugada, con 71 votos a favor de JxSí, la CUP y el diputado no adscrito, y los 10 votos en contra de CSQP. Eran los únicos diputados presentes, dado a que en el momento en que ha empezado la votación de las enmiendas, los representantes de Ciutadans, PSC y PP se han levantado y han abandonado el pleno.
De esta manera se ha cerrado más de diez horas de una larga y complicada trifulca entre los diputados independentistas y los de la oposición, que ha obligado a convocar repetidas reuniones de la Mesa, con las preceptivas interrupciones del pleno. A medida que pasaban las horas, la tensión entre los parlamentarios ha acabado desbordándose y, en medio de los diferentes episodios de gritos y bronca, los reproches de la oposición se han focalizado en la presidenta, Carme Forcadell. Mediante una presión intensa, metódica y constante sobre la máxima responsable de la Mesa, los grupos de la oposición han torpedeado los sucesivos intentos de recuperar el hilo del debate.
En defensa de Forcadell
Por esta razón, cuando, en nombre de JxSí, el diputado Jordi Orobitg ha empezado su intervención lo ha hecho agradeciendo a la presidenta la gestión del pleno y denunciando los "menosprecios por su condición de mujer que ayer fueron señalados por otros portavoces". Este reconocimiento ha levantado una entusiasta ovación de los escaños de la CUP. Orobitg ha tenido una mención especial para el portavoz de CSQP, Joan Coscubiela: "Hay quien pensaba que sería ovacionado como secretario general del Politburó y ha acabado aplaudido por la derecha más rancia", ha reprochado sin citarlo.
A continuació, el diputado ha hecho un repaso de las garantías y compromisos que incorpora la ley y ha reiterado la voluntad de abrir la mano para negociar con el Estado. Orobitg ha asegurado que la propuesta de la proposición nace de la ilusión colectiva y la generosidad. "Catalunya y todos los catalanes somos merecedores de esta oportunidad", ha reclamado antes de acabar su intervención con un "Visca Catalunya lliure".
Identidades múltiples
El cupaire Benet Salellas ha negado que "nunca" se haya articulado un discurso etnicista o identitario para defender el proceso independentista. "En este país la gente tiene identidades múltiples, identidades más allá de banderas," ha asegurado.
Salellas ha advertido que "no podemos ejercer la soberanía desde la condición de comunidad autónoma"; ha reclamado superar la Constitución y el Estatuto, y ha advertido que si se considera que Catalunya es un sujeto político tiene que poder ejercer su soberanía. Según el diputado cupaire, "este no es un conflicto de derecho español y derecho catalán", sino un debate entre el "poder establecido" contra "un poder que se constituye desde abajo, desde la calle". Salellas ha acabado citando a Salvador Allende: "La historia es nuestro y la hacen los pueblos, hagámosla nuestra".
Naves quemadas
La líder de la oposición Inés Arrimadas ha empezado su intervención recordando que el TC ha suspendido la ley del Referéndum, "como seguramente hará con el documento que debatimos ahora". Arrimadas ha destacado que los grupos independentistas han conseguido "unir a la oposición" y ha ironizado que, en cambio, no han sido capaces de convencer "a los miembros de su propia lista". "Muchos de ustedes no se creen las mentiras que han dicho los últimos meses. Sean valientes por favor. Estamos poniendo en peligro el autogobierno de Catalunya", ha advertido la líder de Ciutadans.
La tensión que ha presidido el debate durante toda la jornada ha aflorado en un momento de la intervención de Arrimadas en que no conseguía citar algún pueblo de Lleida, lo cual ha provocado sonrisas entre los escaños independentistas que la diputada ha replicado ironizando: "algunos que aquí están muy divertidos, cuando han de declarar ante el juez se les borra la sonrisa y dan la culpa a los funcionarios". El tono de aviso ha trenzado toda la intervención de Arrimadas, que ha acabado advirtiendo: "Ustedes han quemado todas las naves, han roto todos los puentes, y serán los únicos que no participarán de la solución".
Disputa por el tiempo
El socialista Miquel Iceta ha reiterado que no se hará el referéndum, que no se hará la república y que esta ley irá a parar a la papelera de las iniciativas legislativas. El diputado ha enumerado uno tras el otro los capítulos y títulos que contravienen el Estatuto y la Constitución y ha advertido que "si por mayoría absoluta cambian unas reglas que sólo se pueden cambiar por mayoría de dos tercios, se rompen las reglas".
El primer secretario del PSC ha protagonizado también un episodio de tensión con la presidenta. Cuando Forcadell le ha advertido que superaba en dos minutos el tiempo que le correspondía, Iceta ha cortado en seco a su parlamento y le ha echado en cara el poco tiempo que le otorga la presidenta a su grupo "últimamente". Los reproches han seguido con Iceta ya en el escaño y sin microfono.
Circo
El presidente del grupo parlamentario del PP, Xavier Garcia Albiol, ha responsabilizado al president, Carles Puigdemont, de impulsar un proyecto que averguenza a "cualquier persona decente". "En ningún Parlamento del s. XXI se ha actuado de manera tan antidemocrática y tan totalitaria como han hecho ustedes", ha reprochado Albiol, que ha acusado a los independentistas de convertir la Cámara en un "circo".
El político popular ha acusado a JxSí y la CUP de ofrecer "ruptura, división, odio, conflicto y agravio", y ha pronosticado que no romperán España y recibirán una "respuesta contundente" del Estado. Albiol se ha dirigido antes de acabar la intervención, directamente a la oposición: "Lo que más nos une es la lucha contra el gran desafío que tenemos delante. Eso nos exige una respuesta a la altura. Es lo que el momento requiere".
48 horas negras
El portavoz de CSQP, Joan Coscubiela, que se ha referido a los dos últimos días de debate en el pleno como "48 horas negras del Parlament" y "error histórico", ha reprochado a los independentistas haber cedido al PP la "bandera de la democracia". ¿"Se puede saber qué razón tenían de forzar la máquina por un objetivo tan pírrico que es papel mojado"?, ha interrogado.
El diputado ha planteado un rosario de cuestiones sobre los puntos concretos de la ley utilizando con socarronería una frase del republicano Gabriel Rufián para responder. "Los objetivos son legítimos, pero no es legítimo engañar a la gente", ha advertido.
El diputado no adscrito, Germà Gordó, ha admitido que la proposición provoca dudas, pero ha asegurado que votaría a favor porque contiene objetivos por los cuales trabaja. Su breve intervención ha sido acogida con aplausos des de los escaños de JxSí.