"El discurso del rey Felipe VI, la noche del día 3 de octubre, pasará a la historia como el momento en que el rey abdicó de sus funciones a Catalunya, y dio vía libre a la República". Así lo afirma el diputado de ERC y exconseller de Exteriores, Raül Romeva, en prisión preventiva desde hace diez meses para el 1-O, en el libro que ha escrito y ha salido publicado este lunes, Esperança i Llibertat (Ara Libros).
En la publicación, Romeva explica desde anécdotas personales de la prisión, hasta reflexiones sobre el proceso, tanto sobre el pasado como también sobre como es debido seguir. Además, explica cómo tiene intención de afrontar el juicio del 1-O. En este sentido, el exconseller y preso político asegura que si el precio de la libertad es una pena de prisión alta, lo asumiremos, ya que asume que "la libertad no nos la regalarán". "Los años de prisión que nos piden no nos la doblarán", asegura, tdenunciando así que "cada día privados de libertad ha sido un día de vergüenza".
De esta manera, Romeva hace a lo largo del libro una crítica a cómo se ha llevado el proceso judicial desde el Estado, que califica de "venganza" y de estar todo sujeto a "la unidad de España". Por todo eso, reitera que el objetivo de su defensa será encarar el juicio, que empezarà en unos días, "desde una vertiente eminentemente política". "No vayamos a defendernos de nada", clama, a lo que añade: "hacer un referéndum no es un delito; impedirlo por la fuerza, sí".
El republicano también vincula como se ha encarado el proceso judicial con el auge de Vox, y asegura que "no tengo ninguna duda que, si la pena de muerte estuviera vigente, alguno de estos actores mencionados (PP, Cs o Vox), o quizás todos ellos, estarían pidiendo nuestra ejecución". "Los herederos de aquel régimen nos acusan hoy, sin ningún tipo de vergüenza, de golpistas, en un intento nada disimulado de tergiversar unos hechos y una historia que los otorgó los mandos del poder del Estado a base de muertos y sangre", añade en este punto.
El proceso, una "actividad de larga distancia"
En el libro, Romeva también defiende que "hacer una república no es una tarea fácil, rápida o indolora" y define el proceso como una "actividad de larga distancia". "Todo aquello que hemos hecho ha sido necesario pero no suficiente", lamenta en estos escritos desde la prisión de Lledoners, e insta a conseguir "nuevos consensos" que superen "la barrera del 50%". En este sentido, apuesta por generar "nuevos consensos para construir nuevas mayorías", aunque defiende que "no hay marcha atrás" hacia la independencia.
Por todo eso, el |exconseller de Exteriores destituido por el 155 defiende que "hay que estar siempre dispuestos a hablar y a negociar". Añade, en este sentido, que la unilateralidad "provoca enormes recelos a la mayoría de la población y de la comunidad internacional", pero también defiende "no descartarla nunca al 100%".
Ante el conflicto, Romeva apuesta por la "reconciliación" y por la recuperación del "un solo pueblo, más allá de la estelada" para superar la situación de "empate técnico" en la que asegura que se ha llegado entre los partidarios y los detractores de la independencia. Por todo eso, defiende que "la única solución es la vía democrática" y que esta, sea, en forma de "un referéndum efectivo, con reconocimiento por parte del Estado español y de la comunidad internacional".
"La manera de evitar la confrontación pasa por reconocer el derecho a decidir, a votar," concluye.
El libro, sin embargo, también tiene puntos no políticos, sino que hay vivencias personales tanto de la etapa de conseller como la de ahora, en la prisión. En este punto, se puede ver la estrecha relación entre Romeva y el líder de ERC, Oriol Junqueras, y las múltiples anécdotas que de este se han derivado. Son ejemplos de ellos la noche que dormieron juntos en la prisión de Valdemoro donde explica cómo Junqueras mató un escarabajo con la revista El Jueves, o otras vivencias más emotivas, como la despedida con Quim Forn cuando él fue liberado y el exconseller de Interior, no en diciembre de 2017, entre muchas de otras.