El líder del PSOE en Madrid, Juan Lobato, ha decidido aferrarse al cargo y declarar la guerra interna para mantenerse al frente de la federación socialista madrileña, ahora que se encuentra entre las cuerdas dentro de su partido porque se le acusa de traidor en el caso del fiscal general del Estado y porque ya hace meses que la Moncloa confecciona un relevo paracaidista para sustituirlo en su oposición contra Isabel Díaz Ayuso. Lobato ha convocado una comparecencia urgente para este martes a primera hora, y aunque se había especulado que cedería a las presiones y dimitiría, no lo ha hecho. Todo lo contrario: ha denunciado sufrir un "linchamiento" por parte de "dirigentes" del PSOE ahora que se ha hecho público que, para cubrirse la espalda, protocolizó ante un notario los mensajes que recibió por parte de la Moncloa para ser él quien hiciera público el documento que acreditaba que fue la pareja de Ayuso y no la Fiscalía quien ofreció un pacto por el fraude de 350.000 euros; una filtración que ha acabado con la imputación del fiscal general del Estado. El caso Lobato llega, precisamente, a las puertas del 41.º congreso del PSOE: se celebrará este fin de semana en Sevilla.

"Aquella mañana se me dijo que el origen de la documentación era los medios de comunicación; si eso es verdad, no hay problema en acreditarlo", ha opinado este martes Lobato durante su breve comparecencia. "No contemplo que fuera falso lo que se me dijo, eso sería bastante grave", ha añadido el líder de la federación socialista de Madrid, que ha llegado a decir que "si el origen fuera diferente, eso hubiera supuesto un intento para que fuera yo quien hiciera público el documento con origen de posible irregularidad, con las consecuencias políticas y legales que hubiera tenido para mí y para el PSOE de Madrid". "Hay unos pocos que están haciendo ver que el malo sea quien no hace las cosas mal", ha espetado.

Todo estalló este lunes cuando el ABC publicó que la mano derecha de la mano derecha de Pedro Sánchez instó a Juan Lobato a hacer público en un debate en la Asamblea de Madrid el documento que acreditaba que Alberto González-Amador había pedido un pacto a la Fiscalía. El diario explicaba que Lobato se negó y que entonces la Moncloa optó por filtrar el documento al periódico El Plural, que sí que lo publicó de forma íntegra. Una vez el documento ya circula por los medios, Lobato hace ostentación de él. La película da un salto temporal de unos cuantos meses, cuando el Tribunal Supremo decide imputar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por esta filtración. Es entonces cuando, tal como publicó este medio, Lobato decidió presentarse ante un notario con el fin de protegerse y protocolizar los mensajes de WhatsApp que recibió por parte del Gobierno. A causa de esta información periodística, el juez del Supremo ha citado a Lobato a declarar este viernes ante el juez y le insta a presentarse con una copia de las manifestaciones notariales.

Malestar en el PSOE

Ante todo eso, se ha generado mucho malestar en el PSOE. Varios cargos de la federación madrileña que lidera Lobato denuncian que se ha producido una "ruptura de la confianza", que "ha vendido a los suyos" y le acusan de convertir a Pilar Sánchez Acera en presunta culpable del caso en el momento que registró los mensajes intercambiados con ella ante el notario. Pronostican que este error le costará su cargo: después del congreso del PSOE en Sevilla, las federaciones autonómicas podrán convocar sus congresos regionales, y será entonces cuando —todo indica— el entorno de Pedro Sánchez presentará un candidato alternativo a Lobato. En la Moncloa y en la planta noble de Ferraz están descontentos con él porque consideran que es demasiado blando en su oposición a Ayuso.

Lobato se defiende

El relato que ahora defiende Lobato es que se presentó ante el notario para blindar una conversación que demostraría que la información no provenía de la Fiscalía, sino de los medios de comunicación. Este extremo, en todo caso, tendría que ser confirmado o desmentido en su declaración del viernes ante el juez, si es que se le presenta con la copia de sus manifestaciones notariales que le ha exigido el magistrado. Ha asegurado que fue ante el notario porque tenía asumido que sería citado ante el juez, en tanto que es el líder del PSOE que más confrtona con Ayuso.