El caso del fiscal general del Estado por la filtración de correos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso en los que pedía un pacto por fraude ha envenenado el congreso federal del PSOE que se celebrará este fin de semana en Sevilla. El líder de los socialistas de Madrid, Juan Lobato, le ha declarado la guerra a Pedro Sánchez aferrándose a su cargo ante las presiones internas para que dimita a causa de un escándalo por el que, dentro del partido, ahora es visto como un traidor. El caso es que, en secreto y sin decirlo a nadie, tomó la decisión de cubrirse las espaldas y protocolizar ante un notario una conversación de WhatsApp con una trabajadora de la Moncloa en la que podría quedar demostrado que fue el Gobierno quien difundió los correos a los medios de comunicación. Ahora, por todo este asunto, Lobato comparecerá ante el juez del Tribunal Supremo el próximo viernes, que es el día que arranca el cónclave socialista.

Todo estalló este lunes cuando el ABC publicó que la mano derecha de la mano derecha de Pedro Sánchez instó a Juan Lobato a hacer público en un debate en la Asamblea de Madrid el documento que acreditaba que Alberto González Amador había pedido un pacto a la Fiscalía. El diario explicaba que Lobato se negó a ello y que entonces la Moncloa optó por filtrar el documento al periódico El Plural, que sí que lo publicó de forma íntegra. Una vez el documento ya circulaba por los medios, Lobato hizo ostentación de ello en el parlamento autonómico. La película da un salto temporal de unos cuantos meses, cuando el Tribunal Supremo decide imputar al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por esta filtración. Es entonces cuando, tal como publicó este medio, Lobato decidió presentarse ante un notario con el fin de protegerse y protocolizar los mensajes de WhatsApp que recibió por parte del Gobierno. A causa de esta información periodística, el juez del Supremo le ha citado a declarar en calidad de testigo y le ha instado a presentarse con una copia de las manifestaciones notariales.

Por todo eso, Lobato es visto ahora como un traidor, porque podría haber incriminado a Pilar Sánchez Acera en el caso. Ella era la jefa de gabinete de Óscar López, que era entonces el jefe de gabinete de Pedro Sánchez. Para echar más leña al fuego, hay que señalar que Óscar López lidera todas las quinielas para ser el candidato paracaidista de la Moncloa para sustituir a Juan Lobato en el liderazgo del PSOE madrileño. Después del congreso del PSOE en Sevilla, las federaciones autonómicas podrán convocar sus congresos regionales, y será entonces cuando —todo indica— el entorno de Pedro Sánchez presentará un candidato alternativo a Lobato. En la Moncloa y en la planta noble de Ferraz están descontentos con él porque consideran que es demasiado blando en su oposición a Ayuso.

Lobato se aferra al cargo, declara la guerra e insinúa que la Moncloa ha podido jugar sucio

A pesar de las presiones para que dimita, Lobato se ha declarado este martes en rebeldía, y ha ofrecido a primera hora de la mañana una rueda de prensa en la que ha asegurado ser víctima de un "linchamiento" por parte de "dirigentes" del PSOE. Su relato es ahora que la trabajadora de la Moncloa le dijo que el origen de la documentación eran los medios de comunicación. "Si eso es verdad, no hay problema en acreditarlo ante el notario", ha defendido. Pero ha insinuado que quizás las altas esferas de su partido lo quisieron engañar: "No contemplo que fuera falso lo que se me dijo, eso sería bastante grave". "Si el origen fuera diferente, eso hubiera supuesto un intento para que fuera yo quien hiciera público el documento con origen de posible irregularidad, con las consecuencias políticas y legales que habría tenido para mí y para el PSOE de Madrid; hay unos pocos que están haciendo ver que el malo es quien no hace las cosas mal", ha espetado.

Pedro Sánchez, Juan Lobato y Reyes Maroto en un mitin del PSOE / Foto: Europa Press

El PSOE de Madrid cuestiona a su líder

Ya ha empezado en el PSOE de Madrid la contestación interna contra Juan Lobato. El delegado del gobierno de Pedro Sánchez en la capital española, Francisco Martín, ha instado a Lobato a dar explicaciones "más sólidas" sobre las "delicadas y graves" decisiones que ha tomado. "La organización está por encima de cualquier cosa", ha manifestado este martes en declaraciones a los medios de comunicación, en una manera de recomendarle la dimisión.

Paralelamente, la líder del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ha asegurado que en política "la lealtad es lo que suma en un partido". La exministra del Gobierno ha asegurado que la militancia de los socialistas madrileños le exigirá pasar por una moción de confianza. "Exigiremos explicaciones y responsabilidades", ha aseverado también en declaraciones a los periodistas, en las que ha considerado que Lobato tiene que recuperar la "confianza" de las bases o bien estas tomarán "la mejor decisión".

Hay varias voces dentro de la federación madrileña que no entienden el movimiento de ir al notario sin avisar, porque lo ven un intento de cubrirse las espaldas. Tampoco se ha entendido la decisión de este martes de plantarse y aferrarse al cargo declarándole una guerra a la Moncloa y a Ferraz. Miembros del PSOE de Madrid han amenazado a Juan Lobato en declaraciones en EFE señalando que "en el PSOE las traiciones no se perdonan".

Su posición al frente de la federación madrileña está absolutamente cuestionada y no cuenta ahora mismo con un apoyo de sus bases, porque lo que ha hecho representa "una ruptura de confianza" con el resto de miembros del partido. Dentro de las filas socialistas hay "estupefacción" por el movimiento realizado por Lobato, en tanto que lo ven "inaceptable". Algunas fuentes, incluso, muestran un estado de paranoia, en tanto que manifiestan sus dudas sobre si podrán seguir utilizando WhatsApp con normalidad con sus compañeros o bien tendrán que optar por un sistema de automatización de eliminación de mensajes.

Ferraz y Moncloa le niegan el apoyo a Lobato

Mientras tanto, el relato sostenido por la Moncloa es que en ningún caso el Gobierno ha utilizado un documento filtrado por el fiscal general del Estado para hacerle la oposición a Isabel Díaz Ayuso. "Estoy convencido de que no lo tenía", ha aseverado este martes a primera hora el ministro del Interior, Fernando-Grande Marlaska, en declaraciones en TVE. Más tarde, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, insistía en los pasillos del Congreso de los Diputados en que "no hay nada" en este caso que pueda incriminar a un socialista; motivo por el cual el ministro de Pesca y Agricultura, Luis Planas, se mostraba "muy tranquilo" cuando le preguntaban a los periodistas.

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López, intentaba hacer pedagogía sobre el caso con el fin de desviar los focos. "El origen de todo está en la confesión de un delito fiscal por parte de una persona", manifestaba también desde los pasillos de la cámara baja. Es a partir de aquí, ha sostenido, que hay que desmentir los bulos, en referencia a las informaciones que apuntaban que había sido la Fiscalía quien había ofrecido un pacto a González-Amador. En todo caso, todos estos socialistas que han reaccionado este martes a las declaraciones de Juan Lobato han evitado trasladarle su apoyo.

La UCO ve una "participación preeminente" del fiscal del Estado en la filtración sobre la pareja de Ayuso

Paralelamente, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha elaborado un informe que atribuye al fiscal general del Estado una "participación preeminente" en los "hechos que, finalmente, derivaron en la filtración investigada" por el Alto Tribunal (relativa al correo del 2 de febrero entre el fiscal del caso y el abogado de González Amador). Así consta en el documento, de 57 páginas, al que ha accedido ElNacional.cat y que relata cronológicamente "todas las comunicaciones entre la fiscal jefe provincial, Pilar Rodríguez, con otros miembros de la Fiscalía en relación con los hechos investigados" entre el 8 y el 14 de marzo: incluye los mensajes de WhatsApp, las llamadas y los correos. Asimismo, el informe de la UCO también concluye que la denuncia por fraude fiscal contra Alberto González Amador "fue filtrada a la prensa por parte de la Fiscalía General del Estado" y apareció en los medios de comunicación "antes incluso de que el denunciado lo hubiera recibido".

Sobre la filtración del correo del 2 de febrero entre el fiscal de Delitos Económicos, Julián Salto, y el abogado de Alberto González Amador, la cronología detalla todos los movimientos que se sucedieron el 13 de marzo por la noche, poco antes que la cadena SER informara que fue la pareja de Ayuso quien "ofreció a la Fiscalía llegar a un pacto declarándose culpable de dos delitos para evitar el juicio". Eso desmentía la noticia que había publicado El Mundo dos horas y media antes, que indicaba que había sido al revés. Ahora, la UCO relata que, después de la publicación de El Mundo, Álvaro García Ortiz "empezó a impartir órdenes para obtener los correos" entre el abogado de la defensa y la Fiscalía. A continuación, la Guardia Civil responsabiliza la Fiscalía General del Estado aduciendo que el correo del 2 de febrero que "se filtra a la prensa" y se publica a las 23.51 horas del 13 de marzo "se reenvía, por parte de la Fiscal Jefe Provincial, al fiscal general del Estado a las 21.59 horas" y que la noticia de la emisora indicaba que «la Fiscalía de Madrid prepara un comunicado al respecto que será publicado en las próximas horas».