Ya se conoce cuáles son las supuestas pruebas que la Guardia Civil se llevó de la vivienda de la detenida ayer a Viladecans acusada de un delito de rebelión y terrorismo. Las han hecho públicas el CDR Catalunya y la defensa de la joven, que asegura que no hay ningún elemento que pueda relacionarla con actividades de sabotaje o de terrorismo.
Hasta ahora se conocía un audio que se hizo público, en el que explicaba acciones y estrategias que supuestamente se planteaban los CDR para Semana Santa, como cortes en los accesos a Mercabarna o en el puerto de Barcelona.
Los otros objetos que la Guardia Civil habría encontrado son carteles y camisetas de apoyo a los políticos encarcelados y al referéndum del 1-O, unas caretas de papel con la fotografía de Jordi Cuixart, unos boletos para recaudar fondos para los encausados por el procés, varios elementos de color amarillo, entre ellos un silbato, un permiso para la realización de una actividad lúdica y materiales de esta como tickets de bebidas o cartelitos de organización.
Por otra parte, también se había hablado del hallazgo de documentos sobre el cuartel de la Guardia Civil en Barcelona que han resultado ser una captura de pantalla de un recorrido en un mapa. La defensa insiste en que se trata de una imagen de Google Maps con indicaciones para desplazarse a las dependencias del instituto armado, donde en los últimos meses se han convocado numerosas concentraciones de protesta.
La versión policial también sumaría a la lista la confiscación de una agenda, una memoria externa, un ordenador y teléfonos móviles.
La defensa niega la organización de ningún sabotaje
Jordi Busquets, abogado de la detenida, niega que su cliente liderara los CDR u organizara actos de sabotaje. Insiste en que solo le consta una identificación policial por un corte de carretera en Soses (Segrià), después del encarcelamiento de Carles Puigdemont y la participación en un acontecimiento popular para recoger fondos de apoyo a los presos políticos.
El letrado de la activista mantendrá como línea de defensa que ninguna de las acciones que su cliente mencionaba en el archivo de audio acabó materializándose: ni se roció con aceite el asfalto de las carreteras, ni se llevó a cabo ningún corte ferroviario ni se bloquearon los accesos a Mercabarna o al puerto de Barcelona.
Según han informado a fuentes jurídicas, la detenida sigue en los calabozos de la Guardia Civil y mañana está previsto que pase a disposición del juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea, acusada de rebelión, sedición y pertenencia a grupo terrorista. Tamara C. G. se ha acogido a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, a la espera de hacerlo mañana en la Audiencia Nacional, y a someterse a las pruebas caligráficas y de ADN que los agentes pretendían practicarle, por si hubiera que utilizarlas a lo largo del proceso judicial.