El cantautor y activista Lluís Llach ha afirmado que el Estado español usó el atentado de la Rambla para instaurar el quinto grado de alarma terrorista para tomar la calle con el ejército y, así, impedir la celebración del referéndum. El cantautor, a propósito de la declaración del excomisario del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo que ha dicho que el CNI dejó hacer al imán de ripoll para dar un "susto" a Catalunya, ha argumentado que el Estado lo que quería era parar e impedir el referéndum de independencia.

"Querían sacar al ejército a la calle con el quinto grado de alarma. Así impedían el 1 de octubre", ha publicado en las redes el cantautor Lluís Llach.

Borràs

La presidenta del Parlamento, Laura Borràs, también ha apuntado en este sentido y ha acusado en el Gobierno "de ocultar información" sobre el atentado en la Rambla, el 17 de agosto de 2017, "bajo la premisa del secreto oficial". Borràs, a propósito de las declaraciones del excomisario del Cuerpo Nacional de Policía José Manuel Villarejo que relaciona el CNI con el atentado en Barcelona, ha asegurado que es "absolutamente imprescindible" saber la verdad.

Borràs ha recordado que ya en el 2010 pidió al gobierno transparencia sobre lo que pasó bajo el lema: Queremos saber la verdad. Ahora, a la luz de las graves informaciones de Villarejo, ha argumentado que es urgente que no se oculte más información bajo la premisa del secreto oficial, ya que no aporta credibilidad, al contrario, desacredita.

Las declaraciones

El excomisario jubilado de la Policía Nacional José Manuel Villarejo ha declarado ante la Audiencia Nacional que los atentados del 17 de agosto del 2017 en Barcelona y Cambrils fueron fruto de un "error de cálculo" del CNI, el servicio de inteligencia español: "El CNI calculó mal las consecuencias de dar un pequeño susto a Catalunya". Una definición por unos actos terroristas que costaron la muerte de 16 personas y 140 heridos.

Silenciado hasta ahora

Las declaraciones las tenemos que contextualizar en el juicio por el caso Tándem y, de esta manera, Villarejo señala directamente a Félix Sanz Roldán, que fue el comandante del Centro Nacional de Inteligencia español el año 2017. Si situamos el contexto de los atentados, era el verano previo a la celebración del referéndum del 1 de octubre y en pleno auge de la sociedad civil hacia el procés de independencia de Catalunya.

Precisamente el presidente del tribunal que juzgó los atentados del 17-A, Alfonso Guevara, dictaminó que el excomisario Villarejo no tuviera ningún tipo de posibilidad de declarar en este juicio, tal como reclamaban algunas de las partes. Hoy, Villarejo se ha podido sacar la espina". Así pues, en su declaración relaciona directamente al imán de Ripoll a quien acusa de trabajar en connivencia con el CNI, y que este habría consentido que el imán "hiciera el que encontrara oportuno".