El cantautor Lluís Llach ha hecho un elogio encendido del president Quim Torra, en la presentación de su libro Les hores greus delante de una plaça del Vi de Girona llena, destacando su "calidad humana". "En este país, cuando digamos molt honorable president, pensaremos mucho en tu actuación", ha añadido Llach entre aplausos del público.
Llach ha marcado dos etapas en el mandato de Torra, la primera cuando "intentaba ordenar disidencias" en el mundo independentista, por sus diferentes estrategias, y la segunda cuando aparece la pandemia de la Covid. "Entonces tuviste un motivo concreto para ejercer de president de la Generalitat. Dijiste por aquí no paso [ante la actuación del ministerio]. Y eso la gente lo percibe", ha añadido.
Según el cantautor, con la pandemia Torra se encontró ante un ministro de Sanidad, Salvador Illa, que lo nombraron para una cartera sin competencias "y se encontró con un jaleo para el que no estaba preparado".
En su intervención el president Torra ha insistido en que España es irreformable, y que nunca aceptará un modelo de referéndums como en Suiza, dónde se consulta de forma permanente a la ciudadanía. "España nunca será un país como Suiza, es una pérdida de tiempo", ha reiterado.
El president ha pedido a los partidos independentistas que aterricen en concretar una "hoja razonable" hacia la independencia. Ha recordado que él no lo consiguió en la anterior legislatura. "Lo probé y no salí exitoso. Yo fui a hacer la independencia y nos encontramos con una guerra interna", ha indicado.
Torra ha revelado que se siente reflejado en la figura del presidente Josep Irla, que en el exilio se encontró "con disidencias terribles" y acabó encargando a Josep Tarradellas la continuidad de la institución. Ha bromeado describiéndose como un noucentista de Acción Catalana, el partido de los intelectuales en los años 30.
"En algunos momentos me he sentido muy agobiado por la responsabilidad, especialmente durante la pandemia", ha añadido. Torra ha recordado que cuando se contagió de la enfermedad se confinó en la Casa dels Canonges, porque su mujer es una persona de riesgo y está delicada, y tuvo que pasar todos los días solo mientras a su vez gobernaba.