Cuando falta un día para que se cumpla el 48.º aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, las organizaciones por la memoria histórica han vuelto a hacer un llamamiento unitario para señalar la "anomalía" que todavía salpica de sangre el centro de Barcelona. En la Via Laietana, 43, se erige la Jefatura de la Policía Española, edificio vinculado inevitablemente a las torturas y la represión que sufrieron incontables personas durante el franquismo —y también en épocas posteriores—. El reclamo para convertir este lugar en un espacio de memoria que homenajee a las víctimas no es nuevo, y de hecho cada dos semanas delante del edificio se reúnen varias entidades para mantener viva la exigencia. Y ahora, aprovechando la efeméride, una decena de plataformas de la sociedad civil han vuelto a hacerse oír con un mensaje que también ha ido dirigido al nuevo gobierno de coalición que empieza a caminar después de la investidura de Pedro Sánchez la semana pasada.

Xavier Antich, en el acto de memoria / Foto: Carlos Baglietto

"Exigimos al Gobierno que haga de esta la legislatura de la inaplazable reparación", ha reclamado el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich. "Hace falta ordenar el vaciado de las dependencias policiales y abrir un proceso de resignificación para convertirlo en un centro de memoria de la represión y la tortura". El Congreso de los Diputados ya aprobó ahora hace seis años --y con el voto favorable del PSOE y de Unidas Podemos-- una iniciativa para dar este paso. También el Parlament de Catalunya y el Ayuntamiento de Barcelona han aprobado declaraciones en la misma línea, pero nunca se ha llegado a completar la reclamada resignificación. Además,se ha interpelado al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, para que vuelva a colocar el atril que recordaba a las personas vandalizadas, continuamente vandalizado, o bien muestre nuevamente las baldosas con las palabras 'Justicia', 'Reparación', 'Memoria' y 'Verdad' a los pies del edificio, ahora tapadas por placas de obra.

El acto de hoy, titulado 'Via Laietana 43. Hacemos justicia, hacemos memoria', ha sido organizado por Òmnium, Irídia, la Fundación Cipriano García de CC.OO. de Catalunya, el Amical de Mauthausen, el Ateneu Memoria Popular, el European Observatory on Memories (Eurom), la Mesa de Catalunya de Entidades Memorialistas, la Comisión de la Dignidad, la Comisión de la Memoria Histórica del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (Icab) y la Asociación Catalana de Personas ExPresas Políticas del Franquismo. Además, han podido explicar sus experiencias algunas de las personas que fueron torturadas en las dependencias policiales, como Carles VallejoMaribel Ferrándiz. La asistencia ha sido numerosa, con algunos centenares de personas que han obligado a cortar la céntrica avenida. También ha habido actuaciones musicales de los cantautores Quico Pi de la Serra, Sílvia Comes y Jordi Montañez y del grupo Adala.

Asistentes al acto / Foto: Carlos Baglietto

"Los crímenes del franquismo no pueden prescribir nunca"

En su intervención, Xavier Antich ha afirmado que este es "el único edificio de torturas en Europa que, en un sistema democracia, se resiste a explicar su historia de horror". Por su parte, el secretario general de CC.OO. de Catalunya, Javier Pacheco, ha hecho referencia a las recientes protestas contra la amnistía, algunas de ellas con grupos ultras y violentos, y ha lamentado que "de nuevo suenan trompetas que llaman en las calles las órdenes fascistas para volver a reivindicar el alzamiento nacional". "Franco murió en la cama, pero el régimen fascista cayó en las calles gracias a la lucha del movimiento en la calle", ha afirmado, entre aplausos del público. Finalmente, la miembro de Irídia Cèlia Carbonell ha criticado que el Estado "mantiene el marco de impunidad general que sigue impidiendo la investigación judicial de los crímenes franquistas". Y ha defendido que los crímenes del franquismo "no pueden prescribir nunca, no se pueden amnistiar y tienen que ser investigados y juzgados".

Carles Vallejo, una de las víctimas de torturas de la Via Laietana / Foto: Carlos Baglietto