Un autocar llevó a última hora de este martes a la mitad del cupo de 200 migrantes que tienen que llegar a Tossa de Mar procedentes de las Canarias, una llegada que ha generado polémica y preocupación entre las autoridades locales, y división entre los vecinos de la localidad de la Costa Brava, de poco más de 5.000 habitantes. A este grupo se sumarán un centenar de migrantes más que está previsto lleguen durante este miércoles, y se alojarán en el Hotel Tossa Center, un establecimiento de cuatro estrellas en el centro del municipio. Son migrantes que han realizado solicitudes de asilo que serán analizadas por el Ministerio del Interior, que sufragará el coste de su alojamiento durante el tiempo que está previsto que estén en la localidad gerundense, que puede ser de entre 15 y 30 días. Los migrantes son todos adultos y proceden de Mali —la mayor parte—, Níger y Nigeria, y la consellera de Territori y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, recordó este martes que tienen reconocido el derecho de asilo y permanecerán en Tossa en una "primera fase de acogida", mientras se analiza cada caso en particular.

La llamada de Salvador Illa al alcalde

El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha hablado con el alcalde de Tossa de Mar, Martí Pujals (Junts), que hace dos días expresó su inquietud y preocupación por esta llegada de inmigrantes, que considera "excesiva" y "desproporcionada" para una población de poco más de 5.000 habitantes, que además se encuentra en temporada turística y puede perjudicar las reservas de las próximas semanas. La consellera Paneque reclamó dar una respuesta "humana y adecuada" a este caso, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, y enfatizó la importancia de no recurrir a "respuestas simples" ante la crisis migratoria, subrayando que estas personas han solicitado asilo y tienen historias personales complicadas. Paneque destacó que se trata de un "asunto complejo" con muchas causas y vulnerabilidades, y ha solicitado que se brinde una respuesta humana a la situación.

El Gobierno aboga por una respuesta "humana"

Según Paneque, Salvador Illa llamó al alcalde del municipio, Martí Pujals, para compartir inquietudes y para mostrar este acompañamiento y preocupación, y pidió que haya un debate sobre la inmigración más allá de este caso. "Desde el respeto y atendiendo a que detrás de estas situaciones, ya que hay mafias, hay situaciones personales muy complejas que requieren un debate político sereno y con una aproximación humana y no de soluciones populistas o simples", destacó la consellera, que no criticó directamente al alcalde de Junts, sino que hizo un llamamiento general a evitar respuestas simplistas y a abordar la situación con humanidad y comprensión.

Junts apoya a su alcalde

Junts, por su parte, ha apoyado al alcalde de Tossa, y a través de Jordi Turull puntualizó que Martí Pujals solo "ha preguntado con qué criterio llegan estos migrantes y cuál es su reparto general. La solidaridad no puede llevar al colapso de algunos servicios", según declaró a TV3 el secretario de Junts. El principal partido de la oposición en Catalunya acusa al Gobierno de Pedro Sánchez "de ocultar los criterios de redistribución". La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, registró una serie de preguntas solicitando al Ejecutivo que detalle los protocolos seguidos para designar municipios como Tossa de Mar para acoger a estos migrantes.

La reacción del resto de los partidos

Esta actitud de Junts ha generado reacciones de otros partidos políticos. Los Comuns han pedido "no caer en la trampa" de la extrema derecha y han hecho un llamamiento a los alcaldes, "especialmente a los de Junts", para evitar discursos racistas y xenófobos. El portavoz Joan Mena ya dijo este lunes que Junts y el PP tienen "un discurso parecido" en materia de inmigración, y subrayó la importancia de abordar el debate desde el "respeto a los derechos humanos", mientras que David Cid añadió ayer que "parece que sea un alcalde de Vox o de Aliança Catalana", refiriéndose a Martí Pujals. ERC, por su parte, no se ha pronunciado al respecto.

Los partidos de la derecha en el Parlament también han censurado la decisión del Gobierno de enviar a los 200 migrantes a Tossa. El portavoz de Vox, Juan Garriga, criticó duramente al Gobierno de Pedro Sánchez por su política migratoria, que deja en una situación de indefensión a los municipios catalanes. "Catalunya no puede asumir ni un inmigrante ilegal más", concluyó, mientras que el portavoz del PPC, Juan Fernández, lo ha calificado de "despropósito".