Se ha bautizado como el Pacto de Sant Joan. Pero bien habría podido llamarse el Pacto del Tripartito Imposible. Lo que Junts per Catalunya y los Comunes se han negado sin concesiones en Barcelona ha acabado siendo una realidad en Lleida. Las dos formaciones compartirán gobierno con Esquerra Republicana, que ostenta la alcaldía. Este jueves rubricarán la alianza, que han ratificado las respectivas asambleas.
Si hace dos semanas ya hicieron historia, con la investidura del republicano Miquel Pueyo que ponía fin a más de cuatro décadas de mandatos socialistas, ERC, JxCat y el Común de Lleida darán ahora un paso más. A lo largo de los últimos días se han ido sucediendo las reuniones para identificar y comparar los puntos programáticos compartidos, señalarlos e incorporarlos en un acuerdo programático que destaca tres objetivos compartidos: un gobierno municipal estable para los próximos cuatro años, apuesta por la transparencia, la participación, la lucha contra la corrupción, el buen gobierno y la ética en la gestión pública, y la activación de medidas urgentes para mejorar la calidad de vida de los leridanos.
De esta manera, el nuevo gobierno municipal contará con 15 concejales (7 de ERC, 6 de JxCat y 2 de los comunes) de los 27 que conforman el pleno del Ayuntamiento. Es decir, tendrán la mayoría absoluta necesaria para gobernar. Hasta el último momento, el Común de Lleida ha dudado sobre su incorporación en el gobierno municipal. Finalmente, sus bases lo han avalado, con una condición: la creación de una comisión de seguimiento y control que vigile que el acuerdo con ERC y JxCat se cumple y que, en caso negativo, se vote la salida del tripartito. En el último mandato, JxCat y los comunes habían coincidido en cuestiones importantes como el modelo comercial, la planificación urbanística o las políticas sociales.
Con el Pacto de Sant Joan se entierra definitivamente la era socialista en Lleida, que ha durado 40 años. Los últimos cuatro ya fueron empinados para el PSC, que por primera vez en muchos años tuvo que comandar la ciudad sin mayoría absoluta, con sólo 8 concejales. Para sacar adelante la mayoría de medidas, los socialistas se apuntalaron en Cs. Ahora, compartirán espacio con ellos en la oposición, donde también queda el PP.