El cantautor y presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Lluís Llach, ha valorado que el apoyo de Esquerra Republicana para investir al socialista Salvador Illa como president de la Generalitat sería "un disparate" y un "error estratégico monumental" por parte de los republicanos, a los cuales avisa de que "van al suicidio". Así lo ha afirmado este miércoles en una entrevista en Els Matins de TV3, en la cual el activista independentista ha instado a ERC a volver al camino "original", que es —afirma— el que le hizo a él unirse a las listas de Junts pel Sí en 2015. "Como independentista, rechazo claramente que pueda ser president de la Generalitat Illa, un señor que votó el 155 y que iba a las manifestaciones de la ultraderecha (...) Si tiene que haber elecciones, que haya", ha expresado Llach.
En este sentido, y haciendo referencia la crisis en la cual se encuentra inmerso el partido que ahora lidera la secretaria general, Marta Rovira, y que Oriol Junqueras aspira a volver a liderar como presidente, Llach ha asegurado que tienen que entender que "quizás el independentismo es la salida a sus problemas". "Que ERC limpie lo que tiene que limpiar, que es mucho", ha añadido. Sobre esta crisis en el partido, "uno de los dramas del independentismo", el presidente de la ANC ha añadido que le sabe mal, porque es el partido con el que más se identificaría, "si hubiera tenido otro talante los últimos cuatro años". "La gente piensa que yo era de Junts", ha soltado Llach, que, acto seguido, ha afirmado que piensa que el independentismo necesita "un centroizquierda fuerte" de la mano de ERC y un "centroderecha fuerte" de la mano de Junts. "Todo es mucho más difícil si no", ha valorado el activista.
Estrategia conjunta: "Ahora toca ir juntos"
"Ahora toca ir juntos, después de estos años de fracasos", ha valorado Llach. El líder de la ANC afirma que las entidades sociales están intentando colaborar entre ellos, para reunirse, hablar y "ligar complicidades" y cree que eso puede ser un buen ejemplo para la clase política, sobre la cual ha asegurado que han hecho el "disparate" de ir "por separado, decir la cual es más valiente, quien es más cobarde...". "Un problema tan grande como la autodeterminación de un país no se puede hacer en parámetros tan pobres", ha sentenciado Llach. En este sentido, el dirigente ha admitido que "el independentismo, desde la represión, el 155, está en el reflujo de un entusiasmo que acabó en torno al año 2019". Y, en consecuencia, el líder de la ANC receta a los partidos una estrategia conjunta para "dominar en el Parlament desde un punto de vista independentista".
Precisamente, en este complejo contexto, las principales ramas del independentismo, sociales y políticas, se reunieron en Waterloo este fin de semana pasado, para analizar el escenario político y coordinar la estrategia: Junts, ERC, Òmnium, la ANC, el Consell de la República y la Associació de Municipis per la Independència. Sobre esta cumbre, Llach no ha querido decir demasiado alegando una promesa conjunta de discreción, si bien ha dejado ir que se pusieron sobre la mesa las respectivas posiciones sobre varias cuestiones —"de nación, de escuelas, de trenes, de los CAP"— que "señalan el momento tan grave que vivimos como sociedad". Con todo, el que ha destacado Llach como además importante es que "desde hacía 7 años no había una reunión así".