La intervención de la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, en el acto de la Diada este lunes, donde exigía al president Aragonès que declare la independencia o convoque elecciones, ha levantado mucha polvareda y ha generado muchas críticas contra la Assemblea. Al día siguiente de esta petición, el president Pere Aragonès respondía a Feliu asegurando que, a estas alturas, una Declaración Unilateral de Independencia (DUI) "no serviría para nada" si no hay apoyo internacional. "Podemos salir 15 veces al balcón, pero nos tienen que reconocer. La cuestión es cómo se hace efectiva", aseguró en una entrevista.
El cantautor Lluis Llach ha salido al paso y ha lamentado que mucha gente "quiere cargarse la ANC". A través de un tuit, Llach ha denunciado "el interés anhelante por destruirla", independientemente de estar de acuerdo o no con la actual directiva. Según el cantautor, el interés por acabar con la Assemblea es únicamente que "es la estructura o herramienta con más capacidad de movilización que tiene el independentismo". En este sentido, ha pedido no olvidar "las motivaciones profundas". Con todo, ha defendido que en caso de estar en desacuerdo con la directiva, sus estatutos tienen la manera de introducir cambios que obtengan mayorías. "Mientras tanto, defendámosla. Nos va demasiado".
Voces contrarias a la ANC
Pere Aragonès no ha sido el único que se ha posicionado contrario a las peticiones de la ANC. La expresidenta del Parlamento y también expresidenta de la ANC, Carme Forcadell, ha asegurado esta semana que la entidad independentista está perdiendo la transversalidad. En una entrevista este miércoles en TV3 afirmó que "la ANC nació con el objetivo de ser transversal, antes había militantes de todos los partidos y personas de todas las sensibilidades, esta transversalidad ya no está y habría que recuperarla". Según Forcadell, la ANC se creó como órgano de presión, pero ha apuntado que "una cosa es presionar al Gobierno y los partidos, y la otra, la negociación real."
El negociador de Sumar con Junts, Jaume Asens, también ha criticado el discurso de la ANC en la Diada y ha avisado de que "los que están en contra de los acuerdos se vuelven aliados involuntarios del statu quo y acaban siendo funcionales al proyecto del adversario". Asens advierte que "hay ciertos relatos épicos y grandilocuentes, el relato del todo o nada, que son de un hipercorticismo paralizante que acaba reforzando el statu quo". En la misma línea se ha situado el líder de los socialistas en Catalunya, Salvador Illa, que ha defendido que después del 23-J hay "una oportunidad que se tiene que intentar aprovechar" y ha puesto de límite la Constitución. La diputada de ERC en el Congreso, Teresa Jordà, también se ha manifestado en contra del discurso de la ANC y ha asegurado que no le gustaron sus palabras porque no suman. Además, considera que el discurso de la entidad independentista se ha radicalizado.