El nuevo presidente del Assemblea Nacional Catalana (ANC), Lluís Llach, se ha mostrado desconfiado ante la aplicación de la ley de amnistía, aprobada el jueves en el Congreso. "Todavía no me creo la amnistía, estamos en un golpe de estado jurídico", ha afirmado este lunes por la noche en el programa Més 324 conducido por Xavier Grasset. En este sentido, Llach ha recordado que este lunes ha entrado en prisión un independentista condenado a cumplir una pena de tres años y nueve meses. "Tengo una desconfianza absoluta", ha reiterado en referencia al Estado, que todavía no ha publicado la amnistía en el BOE.
"Hay que proclamar aquello que se proclamó ocho segundos"
El presidente de la ANC ha insistido en que hay que volver al 10 de octubre del 2017, y no al 1-O. "Hay que proclamar aquello que se proclamó ocho segundos", ha expresado, y ha añadido que de ninguna manera se puede pactar un referéndum con el gobierno de Pedro Sánchez porque "el estado español no reconocerá nunca" la independencia de Catalunya.
Una presidencia de Illa supondría "la desnacionalización total"
Llach ha pedido a los partidos independentistas que hagan un esfuerzo por superar sus diferencias y lleguen a un acuerdo. La alternativa, ha señalado al músico, es un gobierno liderado por Salvador Illa, y eso, según él, supondría el fin del procés. "Cuatro años de Illa significarían la desnacionalización total de Catalunya", ha afirmado. Cuando se le ha preguntado si lo que conviene es una lista unitaria, Llach ha aclarado que él nunca expresó apostar por una. "Ahora lo que nos hace falta es salvar los muebles, sea juntos o separados", ha expresado. De hecho, el activista ha dicho que estaría dispuesto a volver a ir en las urnas en octubre, en una repetición electoral, si el resultado esta vez diera la gobernabilidad a los independentistas, aunque ha admitido que sería "duro" para el país. "Tendrían que ser muy generosos entre ellos y empezar disputas", ha concluido. Llach se ha mostrado a favor de un "programa de renacionalización del país".
"Remuscular" el movimiento independentista
El presidente de la ANC ha explicado que su liderazgo tiene que servir para "remuscular" el movimiento independentista. "El rol de la ANC es movilizar a la gente", ha dicho, indicando que si la entidad tiene 40.000 socios conseguir movilizarlos sería muy beneficioso para Catalunya. Llach también ha afirmado que hay que ponerse al servicio de otras entidades para sacar adelante iniciativas y que hace falta más compromiso con la sociedad y sus problemáticas, así como "condicionar" los partidos políticos.
Necesitó seis rondas de votaciones para ser nombrado presidente
Llach ha confesado entre sonrisas que necesitar seis rondas de votaciones para ser nombrado presidente de la ANC ha sido "una lección de humildad". Aparte, ha dejado caer que fue porque hizo unas declaraciones "un poco fuertes" sobre la lista cívica. "Cuando estás allí lo vives de una manera pero una vez acabado todo el mundo se pone a trabajar", ha expresado finalmente, pacificador. En este sentido, ha apuntado que él "nunca" ha sido en contra de una cuarta lista, sino que se oponía a "entrar en competencia con los actores que después tienes que seducir". "Me parece que si la ANC ya no tiene servicio a hacer, bien, pero esclavizar a la entidad a una propuesta electoral quiere decir esposarla".
La primera actividad como presidente ha sido dar apoyo a los payeses: "Se nos escapa la tierra de las manos, nos tenemos que solidarizar". El sustituto de Feliu ha dicho que Europa ha sido "condescendiente" con el sector y ha lamentado que la administración los haya "abandonado".