Pasadas las 19:30 de la tarde, Lluís Llach ha hablado por primera vez como nuevo presidente del Assemblea Nacional Catalana y lo ha hecho acompañado de la nueva dirección, Nohemí Zafra (vicepresidenta), Sílvia Ventura (secretaria) y Jaume Valls (tesorero). Llach ha necesitado hasta seis votaciones por superar el bloqueo que se había impuesto dentro de la ANC, cinco en el pleno del sábado pasado y una este sábado donde la división se ha puesto de manifiesto durante la votación de la vicepresidencia que ha enfontat Zafra, próxima a Llach, y Uriel Bertran, ya presente en la anterior dirección y gran impulsor junto con Dolors Feliu de la lista cívica, el proyecto que hizo temblar la entidad. Llach se ha pronunciado desde la sede del partido en Barcelona, donde hoy se ha celebrado el pleno, mostrando su ilusión por tomar el timón de la ANC: "La Assemblea no se detiene, queremos coger impulso, tenemos un montón de problemas delante de nosotros, e intentaremos implicarnos con la sociedad el máximo posible, nuestro único objetivo es la independencia", ha advertido al nuevo presidente de la Assemblea.

Escuchar más los socios y una presidencia colegiada

Llach ha asegurado también que la entidad no admitirá amnistías "si estas no son para toda la gente", haciendo referencia a la ley aprobada esta semana en el Congreso de los Diputados que ahora se tendrá que aplicar. El cantautor ha asegurado que la entidad pasará por una fase de renovaciones y apostará por nuevas "tácticas" a la hora de practicar la desobediencia civil y la confrontación con el Estado. En este sentido, Zafra ha querido enviar un mensaje de apoyo a las personas que han sufrido la represión en los últimos años y también se ha referido a los socios de la entidad mostrando su compromiso a mejorar la comunicación con ellos y escucharlos más y mejor.

Ante la situación vivida en el primer pleno y también este sábado a la hora de escoger la vicepresidencia ha asegurado que eso "no asusta ya que estas horas que han tardado ha sido para explicar las nuevas ideas con las cuales se ha presentado a la presidencia: "Veníamos de unas prácticas y ahora ofrecemos otros". Llach ha asegurado que no ha querido nunca ser un "presidente de pirámide" y que lo será más de "convicción que de potestad,", apuntando hacia una ANC más colegiada que presidencialista: "No puede ser que las bases reciban órdenes, tienen que ser justificadas directrices y a la inversa: no puede ser que las bases no puedan hacer llegar su voz". "Hay muchas cosas que trabajar y también mucha voluntad", ha concluido el de Verges.

Llach y la ANC, el lunes con el sector del campo

Llach también ha avanzado que uno de los primeros actos a los cuales asistirá con el nuevo cargo de presidente de la Assemblea será la protesta del campo el próximo lunes 3 de junio, que quiere cortar a la Jonquera para hacer llegar sus reivindicaciones: "Nuestra tierra se les desmenuza entre las manos y por nosotros son una estructura de estado. Les tenemos que decir que estamos a su lado". La intención de Llach es acompañar no solo los payeses sino con cualquier reivindicación, también las de sentido o educativas para que la Assemblea se involucre en todas las problemáticas del país.

Un independentismo sin mayoría absoluta en el Parlament

Llach coge el timón de una de las principales entidades independentistas del país en un momento en que este movimiento pasa por una etapa complicada después de perder la mayoría absoluta en el Parlament, con una bajada muy importante de apoyos del independentismo de izquierdas, representados por ERC y la CUP. El panorama es radicalmente diferente de lo que había cuando el mismo Llach fue diputado en la cámara catalana después de liderar la candidatura por Girona de Junts pel Sí, con Carles Puigdemont como número 3. En aquellas elecciones plebiscitarias convocadas por Artur Mas, la coalición de CdC y Esquerra Republicana consiguió 62 votos (Junts y ERC suman 55 esta legislatura) en las cuales se les tiene que sumar los 10 de la CUP, liderada por Antonio Baños acompañado de Anna Gabriel que aumentó en 7 escaños su representación. Ahora, el partido ha perdido a la mitad de sus diputados, quedándose solo con 4.