Lluís Puig ha dudado del fin del exilio y ha dicho que "quizás no valdrá la pena volver", después de la decisión de Pablo Llarena de no amnistiar el delito de malversación. "No sé si al final tendré ganas de volver o no, encontrarme con lo que hay con 90 años quizás no valdrá la pena", ha dicho el diputado de Junts y exconseller de Cultura en una entrevista a RAC1 de este miércoles. Además, se ha preguntado: "¿Cómo tengo que volver? Estoy viviendo en países libres, europeos y democráticos donde se me respetan mis derechos fundamentales. Y puedo ir tranquilamente ante la policía y los tribunales sin nada de miedo de tener la sentencia dictada".

Con la aprobación de la ley de amnistía, Puig ha reconocido que "se veía una luz al final del túnel", pero la decisión de Llarena la ha hecho cambiar de opinión: "Ahora no sé si hay alguna luz al final de algún túnel. El desengaño, asumir que quizás no se acabará nunca es una cosa que tienes que interiorizar dentro tuyo". Si bien ha anunciado que presentará un recurso de apelación y que intentará presentar un recurso al Tribunal Constitucional en octubre, aunque puede tardar "meses o años" a pronunciarse. "Pueden pasar muchas cosas", ha añadido el exconseller, que hace casi siete años que está en el exilio.

"¿Qué hará Llarena?"

Puig ha lamentado el hecho "de que se interprete el delito de malversación tres veces de manera diferente según convenga a algunas personas" y ha afirmado que pensaba que se acabaría aplicando algún tipo de justicia. "¿Ahora qué hará el señor Llarena? ¿Una nueva orden de detención europea? ¿O sabe que fuera de la frontera española hacen el ridículo?", ha preguntado, ya que el juez tendría "la obligación" de perseguirlos si considera que son culpables. También ha recordado que nunca se ha dictado prisión preventiva a nadie por casos de malversación, que el caso de los encausados para el 1-O es "evidente" y que el delito de malversación agravada que se les quiere imputar supone penas de prisión de entre 8 y 12 años.

Finalmente, el exconseller ha asegurado que no puede recomendar a Carles Puigdemont que se quede en el exilio porque lo conoce mucho y sabe cómo es. "Ha dado su palabra", ha dicho, para recordar el compromiso del president de volver al Parlament para el debate de investidura. Ahora bien, ha admitido que habrá que ver si al final hay debate de investidura. "Lo ha puesto todo en juego, ha renunciado sabiendo que podría perder la inmunidad del Parlamento Europeo y renunció sabiendo que tal vez no ganaba las elecciones con mayoría absoluta", ha defendido. Respecto a las amenazas de Marine Le Pen, Puig ha sido claro: "Mientras no haya una orden de extradición, el president Puigdemont como diputado del Parlament de Catalunya, igual que yo, cruzaremos las fronteras (del estado francés) con toda la tranquilidad del mundo".

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