El mes de marzo ha sido más lluvioso del habitual. Una noticia que Catalunya ha recibido con los brazos abiertos, después de meses de sequía extrema que han secado los pantanos, los ríos y que han obligado a la Generalitat a decretar la emergencia por sequía. Sin embargo, las últimas lluvias han permitido un remontamiento, junto con las nevadas del Pirineu que, cuando se deshace, se convierte en agua para los ríos y pantanos. La fauna y la flora también han celebrado estos chaparrones, que han tenido su traca final este último fin de semana.
Espectaculares nevadas en el Pirineu
Las comarcas más beneficiadas por las lluvias este domingo han sido las comarcas del Pirineu, Barcelona, el Penedès y gran parte de la Catalunya Central. De hecho, incluso en las comarcas de Lleida el río Cinca ha tenido un aumento de su caudal que ha provocado inundaciones en los campos de la Granja d'Escarp (Segrià), donde campos frutales de más de 100 hectáreas han recibido daños a causa de la erosión de un muro de contención. Según los datos del Meteocat, donde ha llovido más ha sido en Espot (Pallars Sobirà), con 66,2 litros por metro cuadrado, que han caído en gran parte en forma de nieve. Una cifra récord, teniendo en cuenta que en un mes en el pueblo del Pallars ha caído 550 litros de agua por metro cuadrado, una cifra espectacular, teniendo en cuenta que es lo que cae en ciudades como Barcelona en un mes.
Las montañas del Pirineu se han levantado este lunes nevadas. La Bonaigua ha recibido 30,5 litros por metro cuadrado, mientras Salòria, 36,2. Por su parte, Boí, uno de los lugares donde ha caído más agua estas últimas semanas, ha recibido 27,5 litros por metro cuadrado este domingo. Ya más hacia el Pirineu Oriental, Núria ha recibido 33,7 litros por metro cuadrado; Sant Pau de Segúries, 32,8; Sant Joan de les Abadesses, 27,5; o el Cadí Nord, con 34,7 litros por metro cuadrado. El Port del Compte, por su parte, ha recibido 22,2 litros por metro cuadrado.
Así se levanta este lunes al @RefugiMalniu después de la nieve caída ayer @Meteo_Pyrenees @meteocat @MeteoPiri @MeteoMauri @alexmegapc @meteorac1 @muntanyaimeteo pic.twitter.com/xREqwnFV5E
— Refugi Malniu (@RefugiMalniu) April 1, 2024
Buenas tardes,
— Ramon Baylina -Alto Pirineu del Pallars Sobirà (@meteopallars) March 31, 2024
sueño las 19h50' y continúan las precipitaciones al Pallars Sobirà, de nieve a partir de los 1800m y de lluvia en los valles. Que dure. #AltPirineuPallarsSobira pic.twitter.com/AqD81VYLdM
Badalona, el municipio de la costa donde ha llovido más
El Montseny también ha sido una de las comarcas más beneficiadas de estos aguaceros. Viladrau ha recibido 28,7 litros por metro cuadrado durante el día del domingo, mientras que Puig Sesolles ha recibido 23,1 y al Tagamanent, 18,5. Más hacia el norte, la Vall d'en Bas ha recibido 29,7, mientras que Orís, 24,9.
Más hacia el litoral, el Maresme y el Barcelonès también ha sido uno de los grandes beneficiados de las lluvias. En Dosrius ha llovido 20,7 litros por metro cuadrado, mientras Badalona ha sido la localidad donde ha llovido más este domingo con 20,7 litros. A Barcelona ha caído unos 20 litros por metro cuadrado, mientras el Prat de Llobregat, 15,4. En el Empordà, donde las fuertes olas han tenido un gran impacto en sus playas, también ha recibido una cantidad jugosa de agua. Roses o Castelló d'Empúries han tenido 18,6 y 15,4 litros por metro cuadrado, mientras Navata y Torroella de Montgrí, 14,4 y 12,3.
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Montseny ahora mismo. Mucho aire y lluvia fuerte pic.twitter.com/N0Q7jCmAmL
— eNNuM (@Akora31) March 31, 2024
El Penedès, uno de los grandes beneficiados estos días
Uno de los lugares que ha sufrido más la sequía ha sido la veguería del Penedès. Con unas comarcas que representan muy bien la agricultura del país, las montañas del Garraf sufrían una sequía extrema. De hecho, ha sido de los lugares donde ha llovido menos estos últimos meses. Por suerte, Sant Sadurní de Anoia pudo recibir este sábado por la noche una buena cantidad de agua, mientras que Sant Pere de Ribes pudo disfrutar de una buena cantidad de litros (8,9), a pesar del destrozo en las playas de Sitges, donde ha desaparecido la arena.