Oda a España en la primera sesión del juicio oral por el asalto a la librería Blanquerna de Madrid. "Si tocan el amor a España saco, mi impulsividad", ha reivindicado hoy uno de sus principales participantes, Pedro Chaparro, para justificar su participación. "Cualquier español de bien tendría que haber estado", ha añadido el secretario nacional de FE-La Falange, Sergio R. F.
Dos Diadas atrás, el 11 de septiembre de 2013, Chaparro, acompañado de un grupo de 14 radicales españolistas entró en el centro cultural catalán donde se conmemoraba, como cada año, la fiesta nacional de Catalunya. Entre gritos de "¡No nos engañan, Cataluña es España!" agredieron a cinco personas, entre ellas el entonces diputado de CiU Josep Sánchez-Llibre y a un cámara de TV3, y causaron graves desperfectos en el local.
Entre miradas desafiantes, banderas preconstitucionales, y con la cara bien tapada, Chaparro bajó aquella tarde las escaleras, llegó hasta el atril y con agresividad le cogió el micrófono al delegado del Govern, Josep Maria Bosch. Su explicación: "Me hicieron entender que se produciría una soflama contra el amor a España". Antes de marcharse uno de los participantes, que ahora todo el mundo dice desconocer, tuvo el detalle de rociar con gas pimienta toda la sala.
"Aquello era un aquelarre"
"Fuimos a hacer una protesta pacífica sin ningún tipo de daños, simplemente para defender la unidad de España, una cosa que contempla la Constitución española," se ha quejado Pedro M. "Aquello era un aquelarre", ha sentenciado Joaquín.Según la versión que han dado hoy los asaltantes, todo fue un acto espontáneo y reflejo de su amor por la patria. "Había mucha gente en los alrededores y al final la masa y el alboroto de la gente nos condujo hacia dentro", ha asegurado Pedro M., y ha añadido que "participamos patriotas a nivel espontáneo". Sobre su novia, Paula M., Pedro M. ha declarado en un acto de amor que "Si a ella le cae alguna pena, quiero que esta recaiga sobre mí", porque "ella no tiene la culpa de nada".
Pancartas de apoyo
"Absolución patriotas, caso Blanquerna", clamaba una pancarta esta mañana en las puertas del Audiencia provincial de Madrid. Simpatizantes de extrema derecha se habían concentrado para dar apoyo a los asaltantes y reclamar su absolución. Pero la lona desplegada no ha durado mucho, ya que ha sido retirada a instancias de los agentes policiales.El juicio, que ha empezado con dos horas de retraso y que se reanudará mañana, puede acabar con penas de cuatro años de prisión para Jesús Fernando F.G., agresor de Josep Sánchez-Llibre, y para Juan Luis L.G. que lo hizo con Josep Maria Bosch. Once meses menos de los que reclama la Generalitat, personada en la causa.
La Fiscalía también ha solicitado dos años de prisión para los otros trece acusados, a quienes atribuye desorden público, daños y coacciones, así como el pago de una multa de la cual se desconoce la cantidad que puede rondar.