A menos de veinticuatro horas de que se reúna la esperada mesa de diálogo con el Estado, el Govern de la Generalitat se encuentra inmerso en una profunda crisis. Después de vetos, discusiones y un golpe sobre la mesa del presidente Pere Aragonès, Junts ha rechazado asistir a la mesa de diálogo cuando sus socios de gobierno, con apoyo de La Moncloa, no han aceptado a sus representantes en la mesa.

Todo esto es lo que ha hecho saltar por los aires la calma tensa del Govern catalán. Los dos partidos han sacado las armas en una de las estrategias que siempre les ha dividido más: el diálogo con el Estado. Un diálogo que Albert Batet, presidente del grupo parlamentario de Junts, considera que Esquerra no pone en práctica con su socio de gobierno. En un corto hilo de Twitter, Batet ha mostrado su desacuerdo con la posición de los republicanos.

Por Batet el diálogo con el Estado se está enfocando de forma errónea, ya que ha considerado que el primer diálogo que tendría que predicar Esquerra es con su socio de Gobierno. "Para tener fuerza y capacidad de negociación con el Estado, primero hay que dialogar entre el conjunto del independentismo", ha asegurado.

El dirigente de Junts ha subrayado que la mesa reunirá a partidos que ya son socios en Madrid, hecho que ha augurado que limitará el diálogo. "Una mesa que reúne exclusivamente a los que son socios en Madrid no es de diálogo, sino un monólogo sobre cómo darse estabilidad mutua", ha sentenciado.

Indultados, pero no habilitados

Los escogidos por Junts habían sido el vicepresidente Jordi Puigneró, junto con el vicepresidente de Junts, Jordi Turull, el secretario general, Jordi Sànchez, y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. Pero la propuesta no ha gustado al presidente y así lo ha hecho saber durante la reunión del Consejo Ejecutivo. ¿El problema con estos representantes? No todos forman parte del Govern. Y tanto el presidente Aragonès como el presidente Sánchez, consideran que la mesa de diálogo tiene que reunir gobierno, no partidos.

Batet, sin embargo, lo enfoca de forma diferente. El dirigente de Junts ha remarcado: "La Moncloa indultó a los presos políticos, pero ahora los vuelve a inhabilitar para hacer política", y añade: "Los vetos son inadmisibles". Para el dirigente de Junts los indultos no han sido lo suficiente, si los presos políticos siguen relegados de la política institucional.

Esquerra mantiene posiciones

Por su parte, Esquerra Republicana no ha movido ni un milímetro sus posiciones, a pesar de los embates de sus socios. "Cuando se ha hablado de cuál sería la delegación, siempre se ha dicho que sería de gobierno a gobierno. Y eso lo saben todos los dirigentes de Junts", aseguró la portavoz de los republicanos, Marta Vilalta.

La portavoz republicana ha pedido "explícita lealtad al proceso negociador" y ha recordado a Junts que prometió que su "escepticismo no sería un impedimento para poder trabajar con confianza y lealtad". "Y eso no es lo que hemos visto en las últimas horas", ha añadido.

 

Imagen principal: Albert Batet, presidente del grupo parlamentario de Junts Por Catalunya, durante el homenaje a Rafael Casanova el 11 de septiembre de 2021 / Carlos Baglietto