Para Pedro Sánchez, los 37 muertos en Melilla siguen siendo una situación "bien resuelta". Con estas palabras se pronunció el presidente español el sábado, después de saberse que las fuerzas de seguridad del Estado y las marroquíes habían trabajado conjuntamente en la frontera española en territorio africano para intentar parar la entrada de centenares de migrantes. El operativo policial dejó decenas de muertos y muchos más heridos, con unas imágenes grotescas de cuerpos apilados y golpeados repetidamente sin escrúpulos, pero en unas declaraciones posteriores el mandatario se pronunció para reivindicar "el extraordinario trabajo que están haciendo las fuerzas y cuerpos del Estado a nuestro país". Además, culpó a los mismos migrantes de la violencia, acusándolos de un "asalto violento y organizado por las mafias que trafican con seres humanos". Bajo su opinión, este suceso fue "un ataque a la integridad territorial del país de forma violenta" y, por lo tanto, la actuación policial fue "extraordinaria".
La reacción de Sánchez no ha dejado indiferente a nadie, y aún menos a sus socios en el gobierno de coalición, Unidas Podemos, que no comprenden que el presidente todavía no haya rectificado sus palabras en estos dos días. Hoy, el portavoz de los comuns, Joan Mena, no ha desperdiciado la oportunidad para ser absolutamente contundente con él y acusarlo directamente de "racismo institucional" por su respuesta a la llegada de migrantes. "Es una indecencia y una catástrofe de derechos humanos. Sus palabras son una expresión de racismo institucional y, si no rectifica, aquel bien resuelto lo perseguirá durante su futuro político", ha rematado. También ha lamentado su "frialdad y falta de compasión y empatía" ante este auténtico escándalo humanitario.
Como respuesta a todo, los comuns ya han anunciado que su grupo en el Congreso de los Diputados presentará una proposición no de ley en la cámara baja a fin de que "esta vulneración de derechos" no quede impune. Una iniciativa que contará con cuatro puntos, y que servirá para condenar la pérdida de vidas y también la actuación policial; garantizar la atención sanitaria a todas aquellas personas hospitalizadas en territorio español; la localización de los cadáveres y de los familiares de las víctimas; y abrir una investigación independiente para aclarar la tragedia y derivar las responsabilidades políticas y penales.
"Son condición de posibilidad con el fin de poder empezar a cambiar como se hacen las cosas en la frontera y cambiar las políticas de la Unión Europea para que Europa no se convierta en una fortaleza", ha dicho, en un ataque también hacia las políticas migratorias del continente. Así, ha lamentado que la UE se centra en externalizar el control fronterizo con un control acérrimo, mientras que no trabaja para garantizar una vía legal y segura para la llegada de estas personas.
Insuficiente para hacer caer la coalición
Ahora bien, Mena también ha dejado claro que este nuevo escándalo de la parte del PSOE tampoco será suficiente para hacer caer el gobierno de coalición en el Estado. Se trata de un nuevo episodio de discrepancias evidentes entre los dos socios del ejecutivo, y ahora con decenas de muertos y aún más heridos por medio, pero para los comuns la respuesta no tiene que ser abandonar el Gobierno. "Estamos convencidos de que somos más útiles para revertir estas expresiones y formas al Consejo de Ministros que estando fuera", ha sentenciado. Con todo, ha evidenciado que la reacción de Unidas Podemos se limitará a pedir que Pedro Sánchez rectifique sus declaraciones y a una iniciativa en el Congreso de los Diputados que previsiblemente quedará tumbada por la oposición del PSOE.