Después de que este miércoles la ministra de Hacienda del Gobierno, María Jesús Montero, presentara los nuevos presupuestos del Estado al Congreso con un claro incumplimiento con Catalunya porque no respeta la disposición adicional tercera, este jueves la delegada del ejecutivo central en Catalunya, Teresa Cunillera, ha intentado justificar este ya incumplimiento persistente con el país.
De hecho, la delegada ha asegurado que además de los 2.230,7 millones previstos, que representan el 17,2% de las inversiones previstas, hay que sumar 236,8 millones más en transferencias de capital. Con estas dos partidas sí que se cumple la disposición adicional tercera del Estatuto, es decir que las inversiones del Estado en Catalunya llegan al 19%, que es el equivalente de la aportación catalana al PIB español.
Con relación a las críticas de otras autonomías por una supuesta sobrefinanciación de Catalunya, Cunillera ha sido muy tajante asegurando que solo quiere que Catalunya "sea tratada con justicia" y que tenga todo lo que necesita para volver a ser un motor económico dentro de España, acusando a estas autonomías de querer sacar rédito político de esta confrontación.
Cunillera también ha querido destacar que casi la mitad de las inversiones previstas son en materia de infraestructuras, reconociendo el déficit en esta materia los últimos años en Catalunya. En este sentido ha recordado que el gobierno de Pedro Sánchez ha reactivado muchas obras que estaban paradas, como la estación de la Sagrera o el corredor mediterráneo. Al mismo tiempo también ha puesto énfasis en que se está mejorando la accesibilidad a los puertos de Tarragona y Barcelona.
La ejecución presupuestaria, la asignatura pendiente
Ahora bien, una cosa es la previsión del proyecto de presupuestos del Estado y otra muy diferente es lo que se acaba ejecutando o llevando a cabo. De hecho, esta es una de las grandes demandas de los gobiernos y partidos catalanes. Por ejemplo, la ejecución presupuestaria real del Estado durante el periodo 2015-2018, bajo el gobierno de Mariano Rajoy, fue solo de un 65,9% en Catalunya, mientras que en la Comunidad de Madrid lo fue del 113,9%, es decir, más de lo que se había presupuestado.
Para defenderse de estas acusaciones, Cunillera ha asegurado que los presupuestos solo son unas previsiones que no siempre se pueden cumplir, recordando que Catalunya se encuentra en la media de la ejecución del conjunto de España. Ahora bien, la delegada ha reconocido que desde el Gobierno tienen que mejorar la ejecución a través de ganar velocidad en la licitación de los proyectos, que es el paso previo a poder, efectivamente, hacer la inversión prevista.
Negociaciones en marcha
Con respecto a las negociaciones entre los grupos parlamentarios en el Congreso y del posible no de los partidos catalanes a las nuevas cuentas de Sánchez, la delegada ha pedido que nadie se descuelgue de estos presupuestos y que se ponga por el bien común por delante de la ideología de partidos.
Con el fin de poner énfasis en esta idea, el as en la manga ha sido recordar que la inversión del 2022 para Catalunya es la más alta de la última década, al tiempo que ha asegurado que se está trabajando para una mejor financiación para las comunidades autónomas, demanda que lleva haciendo Catalunya, y muchas otras comunidades, en los últimos años, que reclaman cambiar radicalmente la financiación autonómica.