La candidatura de la CUP tiene muchas voces: tantas como órganos, candidaturas, asambleas y casi militantes forman parte de ella. Una de las más críticas con las últimas acciones de la organización es Lucha Internacionalista, que ya ha emitido un comunicado en que rechaza entrar al futuro Govern de la Generalitat y también hace una llamada a no dar apoyo a Pere Aragonès durante la XIII legislatura.
La organización, que forma parte de la candidatura CUP - Un Nou Cicle Per Guanyar, apuesta por sólo facilitar la investidura de Aragonès, pero no con votos afirmativos -como hicieron los diputados cupaires- sino con las mínimas abstenciones y el resto de votos negativos.
Este aval de la investidura, sin embargo, no tiene que suponer el apoyo de la CUP durante la legislatura. "No nos podemos comprometer a dar un margen de dos años a la mesa de diálogo de ERC con el PSOE, dos años en que las diferencias se abordarán desde la "discreción", aseguran en referencia a lo que dice el acuerdo entre su candidatura y la de los republicanos.
"ERC sabe que su acuerdo con el PSOE no se sustenta en la amnistía y la autodeterminación, sino en el intercambio de los presos (vía indulto o reforma del código penal que no se aplicará a las 3000 luchadoras) por estabilidad autonómica. Y mientras se espera el resultado de la vía negociada –que todo el mundo sabe que no nos llevará a la autodeterminación- y muchos jóvenes independentistas siguen yendo a parar a las prisiones, la estabilidad que quieren garantizamos es la que pasa por los presupuestos. Las "treguas" nunca son gratis, y llevamos demasiados años de desmovilización, y quieren garantizarse que seguimos", explican.
Rechazo a entrar al Govern
De la misma manera, Lucha Internacionalista también rechaza entrar al Govern, como ya ha defendido Poble Lliure, partido en lo que hacen referencia. Esta organización considera que formar parte del Ejecutivo autonómico sería "cruzar una línea roja" y avisan de la "podemización" de la CUP, en referencia a todo lo que el partido de Pablo Iglesias se está tragando para poder estar en la Moncloa.
Además también vaticinan que las políticas que desplegarán ERC y JxCat estarán basadas en "recortes y privatizaciones como han hecho todos estos años, en una situación en qué las condiciones de vida de las clases populares se están desplomando y con una represión que no se detenga, ni por el lado del Estado ni por el de la Generalitat".
Por estos motivos, este sector crítico apuesta por quedarse el máximo de 'desatado' posible del Govern y hacen un llamamiento a "impulsar decididamente la movilización". Además, a cambio de facilitar la investidura exigen la retirada de las acusaciones de la Generalitat contra manifestantes independentistas.