Lula da Silva ha visitado España y ha exhibido el choque sobre Ucrania con La Moncloa. En una rueda de prensa conjunta de este miércoles, el presidente brasileño se ha resistido a reconocer que los territorios de Crimea y el Donbás son de Kyiv — limitándose a decir que es una cuestión que se tiene que resolver entre ucranianos y rusos. Por su parte, Pedro Sánchez ha evitado profundizar en el choque y solo ha admitido que existen "matices" entre la posición española y la brasileña sobre la guerra. De hecho, el presidente del Gobierno ha subrayado que Brasil ha votado siempre contra la invasión rusa en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Acompañado por las vicepresidentas Yolanda Díaz, Nadia Calviño y Teresa Ribera, Sánchez ha afirmado que para alcanzar una paz justa y duradera se tiene que empezar por dar voz al país agredido. Es decir, que la propuesta de paz lanzada por Volodímir Zelenski debe ser tenida en cuenta. En cambio, Lula ha dicho que "no sirve de nada decir quién tiene la razón" porque lo más importante es detener la guerra. "No soy yo quien tiene que decidir de quién es Crimea. (...) Solo se puede discutir y conversar cuando la guerra se detenga", ha expresado.
El papel de España y Brasil en Ucrania
La visita del presidente brasileño a España venía marcada por unas recientes declaraciones sobre la invasión rusa de Ucrania, que generaron polémica porque se consideró que se alineaba con las tesis rusas. Pero Lula intentó matizar y ahora ha explicado su propuesta, que implica que "un grupo de países amigos" ayuden a detener la guerra y que se produzca una negociación Kyiv-Moscú — en un momento en el cual ambas partes descartan ceder. En este sentido, ha anunciado que estaría encantado que España formara parte de este grupo. Pero fuentes de La Moncloa han señalado a Europa Press que, de momento, no se ha producido ninguna respuesta española a su posible incorporación en este grupo de países y que se tiene que estudiar más a fondo la propuesta. Además, han subrayado que el estado español tiene claro su rumbo en este asunto de la mano de la Unión Europea.
Quien parece que se ha sentido más cómoda con la situación ha sido la vicepresidenta Yolanda Díaz. En un tuit, ha celebrado que la visita de Lula "abre una nueva etapa entre España y Brasil, entre Europa y América Latina". "Es el momento de impulsar una internacional democrática que proteja las personas y el planeta", ha añadido. Además, la ministra de Trabajo ha firmado con su homólogo brasileño "un memorándum de entendimiento por estrechar la cooperación sociolaboral entre ambos países". "Las transformaciones de nuestros mercados laborales tienen que estar al servicio de las personas trabajadoras", ha concluido.