El exdirigente de Convergència David Madí ha roto su silencio para negar el liderazgo que la policía española le atribuye en el Tsunami Democràtic y el procés independentista en general. En una entrevista en el Preguntes Freqüents de TV3, Madí ha ha alegado en varias ocasiones que "en este país hay preguntas difíciles de hacer y todavía más difíciles de contestar".
En este sentido, Madí ha asegurado que no sabe quién había detrás de esta organización ni por qué despareció ni si volverá algún día. Esto mismo es lo que declaró voluntariamente el pasado 6 de julio ante el juez instructor de la Operación Volhov.
El exdirigente convergente ha revelado que si en el sumario se le situa al frente del Tsunami es porque en su coche había un micrófono que captó conversaciones de él mismo con su mujer y su hijo de 16 años. "Le respondí a mi mujer que quien había detrás del Tsunami era Dios nuestro Señor y esto provoca que el sumario explique que yo soy Dios nuestro Señor y no sé qué más", ha apuntado.
La injerencia de Rusia
Madí también ha negado toda la trama rusa del caso sin evitar utilizar un tono irónico. Concretamente, ha reconocido haberle dicho a Víctor Terradellas, exsecretario de relaciones internacionales de CDC y también encausado en el caso Volhov, que le parecía "un vuelo de palomas" lo que le había dicho sobre que "Rusia estaba dispuesta a ayudar".
Para Madí, que España acuse a Rusia de interferir en el procés tiene relación con la derrota que el 1-O supuso para el Estado. "El ridículo del 1-O de las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia fue tan notorio que buscan construir una teoría por la cual tenía que tener que ver una potencia internacional para explicar algunas cosas", ha afirmado.
En cualquier caso, Madí ha tildado las conversaciones con Terradellas de ser "absolutamente irrelevantes". "¿Cómo es que aparecen en el teléfono del señor Terradellas? Él mismo dice que no las grabó, por lo tanto, tendrían que ser ilegales", ha indicado.
Estado mayor
Por otra parte, Madí ha negado formado parte del llamado Estado mayor independentista durante la preparación y celebración del referéndum del 1-O. En este sentido, ha recordado que abandonó sus cargos institucionales en el 2003 y dejó definitivamente la política en el 2010.
Sobre la relación que mantiene con los presidents Mas y Puigdemont, ha comentado que con el primero se ve de vez en cuando para hablar de todo y con el segundo que la relación actualmente "es escasa", aunque ha añadido que lo fue a ver en dos ocasiones durante el inicio de su exilio en Waterloo (Bélgica).
Caso 3%
Sobre el 3%, por el cual Madí tiene abierta otra causa por presunta trama de facturas falsas, el exdirigente de CDC ha sido claro: "Tengo ganas que me juzguen ya de una vez porque quedará demostrado que no hay delito fiscal. Me parece una exageración notable".
"La última cosa que ha pasado es que lo han vuelto a aplazar dos años y medio y el fiscal ha pedido que se pase a la Audiencia Nacional. Pero esto no ha pasado porque cuando ya se ha señalado un juicio, este no se puede llevar a otra instrucción. Por lo tanto, todavía está pendiente de juicio y tengo ganas que llegue porque ya llevo tres años esperando", ha explicado. Madí ha negado saber nada sobre la financiación ilegal del partido.