El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida encuentra el apoyo dentro de su propio gobierno de coalición. Ciudadanos, que después de fracasar en las elecciones a la Comunidad, todavía le queda el consistorio, ha dado un giro radical en su posicionamiento sobre el contrato de las mascarillas que ha acabado en un juzgado por fraude y blanqueo de capitales.
Así pues, la vicealcaldesa naranja, Begoña Villacís, ha salido en defensa de Almeida y se ha dirigido a la oposición reivindicando la gran tarea hecha con un contrato donde se recibió el material tarde y defectuoso: "Ustedes votaron con nosotros y dieron la conformidad para este contrato y ¿por qué? Porque salvaron vidas. ¿Cuánto cuesta que un policía estuviera una semana más en su casa sin mascarilla? ¿Cuántas vidas ha salvado? Gracias a este maldito contrato, se salvaron vidas".
La sorpresa ha sido doble: por sus declaraciones y porque hace tan sólo quince días, Ciudadanos se desmarcaba y pedía máxima transparencia y pulcritud en unos contratos que, ya de entrada, ha quedado confirmado que no fueron éticos. Uno de los dos comisionistas, Luis Medina, ha admitido que aprovechó el tráfico de influencias porque conocía a un primo de Almeida, Carlos, para llegar al consistorio y hacer negocio. "Pa la saca", eso escribía al otro comisionista, Alberto Luceño, cuando supo que con comisiones se habían llevado más de cinco millones de euros.
El Ayuntamiento de Madrid: ¿una víctima?
Pero Villacís no ha acabado aquí y ha entonado un discurso totalmente victimista: "Quiero compartir con vosotros la losa que supone la carga y la responsabilidad de proteger nuestros madrileños y trabajadores. Mientras decíamos que nadie saliera a la calle, nosotros enviábamos a nuestros trabajadores a la calle. Creo que se aprovecharon de nosotros y es la justicia quien lo tiene que determinar. 3.000 folios del sumario y no han encontrado nada de nosotros y no hay nadie investigado dentro del Ayuntamiento. A todos a los madrileños yo los quiero pedir perdón porque su dinero acabó en bienes de lujo y les ofrezco un compromiso, haremos todo el posible porque que el dinero que se ha convertido en relojes y yates acabe de donde no tendría que haber salido: en los bolsillos de los madrileños".
En paralelo, el caso sigue en los juzgados. Luis Medina, declaró ayer por un presunto fraude y blanqueo de las ganancias de la venta de material sanitario defectuoso y comisionó más de un millón de euros en plena pandemia derivados del consistorio madrileño. Viendo que cada vez está más ligado de manos y pies por la justicia, pone a disposición su herencia como fianza. Hay que recordar que ya declaró anteriormente que no podía ser embargado porque "sólo tenía poco más de 200 euros en el banco". Así pues, Medina pretende pagar los 900.000 euros que le ha impuesto el juez de entrada. El mismo comisionista, definido él mismo como un empresario de éxito, lo ha remitido en un escrito al juez de 'Instrucción número 47 de Madrid, Ángel Carretero. En concreto, lo que ha remitido al juez son sus derechos sobre la herencia de su abuela paterna, que todavía no ha cobrado porque la sentencia que le reconoce cuatro millones de euros para estar recurrida