En la concentración unionista de Madrid de la plaza de Cibeles se han reunido unas 5.000 personas, entre las cuales muchas familias con niños pequeños y adolescentes. En un momento de la concentración, se ha entonado Cara al sol y todos los jóvenes presentes lo han cantado mientras hacían el saludo fascista.
Los manifestantes estaban convocados por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) en defensa de la "unidad de España", para expresar su oposición al referéndum de autodeterminación del 1-O y expresar su "apoyo" a los agentes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía desplegados en Catalunya.
Durante la concentración se han oído gritos de "Puigdemont, a prisión" y "unidad nacional", así como "vivas" a los antidisturbios, pero también críticas a Rajoy, por no "defender la nación". También gritos de "No nos engañan, Catalunya es España", contra la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, e himnos franquistas.
Los manifestantes han obligado a cortar la circulación en torno al monumento a Cibeles y solo se han producido incidentes puntuales con algunos de los conductores que han quedado atrapados por la manifestación. También han asistido algunos exlegionarios vestidos con el uniforme y se ha visto una pancarta de apoyo a los condenados por el asalto al Centro Cultural Blanquerna de Madrid durante la Diada del 2013.