El mismo tipo de manifestación que está juzgando el Tribunal Supremo, y que tiene a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart en la cárcel desde hace un año y medio, es la que ha presenciado este sábado la ciudad de Madrid. La capital española ha sido testigo, por la convocatoria de las entidades soberanistas catalanas pero también de decenas de madrileñas, de un clamor multitudinario contra el "juicio político" al procés y por la liberación y absolución inmediata de los presos políticos catalanes. La cabecera, con la sociedad civil a primera línea, lo ha dejado claro: "La autodeterminación no es delito. Democracia es decidir".
La manifestación de este sábado en Madrid, como las manifestaciones que se están utilizando como prueba de carga en el Supremo, ha sido masiva. Según los organizadores, han llegado hasta los 120.000 manifestantes. Hasta la capital española han llegado más de 500 autocares y varios trenes de AVE llenos. Ha llenado el paseo del Prado, entre la estación de Atocha y la fuente de la Cibeles.
En cambio, la policía española ha rebajado y mucho la cifra, hasta los 18.000 asistentes, aunque sólo en los 520 buses fletados ya iban más personas que el recuento oficial.
La manifestación de este sábado en Madrid, como las que se están utilizando como elemento incriminador en el Supremo, ha sido cívica y pacífica. Ni durante las horas previas ni durante la propia protesta se ha producido ningún incidente. Ni violencia, ni intimidación, ni tumultos sediciosos. Nada de nada.
Y la manifestación ha sido plurinacional. En el paseo del Pardo se han visto muchas más banderas que esteladas, desde banderas vascas y gallegas hasta canarias y andaluzas.
Sin ir más lejos, el acto ha arrancado con las denuncias políticas de los presos políticos durante sus declaraciones en el Supremo. "Yo soy un preso político, y mi prioridad no es salir de la prisión, sino denunciar la situación", ha dicho Jordi Cuixart por los altavoces de la fuente de Cibeles. También Josep Rull defendiendo el derecho a la manifestación ante el relato criminalizador de las acusaciones. Ha habido aplausos a los acusados y abucheos a la fiscalía, la abogacía del Estado y la acusación popular de Vox.
La mayoría de cánticos han ido contra el juicio que se está llevando a cabo en la sala presidida por Manuel Marchena, que han considerado "una farsa". Pero también se ha podido escuchar gritos reclamando "unidad" a los dirigentes independentistas que han asistido, una delegación encabezada por los presidentes Quim Torra y Roger Torrent, además del expresidente Artur Mas. Han asistido casi todo el Govern y dirigentes de otras formaciones, como el teniente de alcalde de Barcelona Gerardo Pisarello, de los comunes.
La hora oficial de la convocatoria era las seis de la tarde, pero más de una hora antes ya han empezado a concentrarse en el punto de encuentro, entre la estación de Atocha y la plaza de Cibeles. Han sido convocadas por la ANC y Òmnium Cultural, pero también por decenas de entidades madrileñas que se han involucrado desde el primer día, como Madrileños por el Derecho a Decidir, Movimiento Antirrepressivo de Madrid, Coordinadora 25S o Izquierda Castellana. En total, más de una cincuentena.
Las horas previas, marcadas por la llegada de más de 500 autobuses desde Catalunya y todo el Estado español, han transcurrido sin incidentes. Con el paso de las horas el centro de la capital española se ha ido tiñendo de amarillo. La única contramanifestación ha sido formada por una quincena de falangistas, que ha sido recibida con indiferencia de los peatones.
En definitiva, la ciudad de Madrid ha presenciado hoy un acto de protesta masivo, pacífico y no violento. Como la manifestación del 20-S ante el Departament d'Economia o el mismo referéndum del 1-O.