Ni ministros, ni secretarios de Estado, ni líderes políticos, ni representantes de partidos españoles. La conferencia del president Quim Torra organizada por Europa Press ha despertado una gran expectación mediática, pero no entre la clase política ni en el establishment madrileño, que ni siquiera se han esforzado al mantener las formas.
Aunque habitualmente a este tipo de convocatorias con presidentes autonómicos acostumbran a asistir algún ministro o algún alto representante del Gobierno, hoy en el hotel Villa Magna de Madrid solo estaba presente en representación del ejecutivo la secretaria general de coordinación política territorial, Myriam Álvarez, y el director general de Cooperación Autonómica y secretario de la comisión bilateral Estat-Generalitat, José María Pérez Medina. Los dos estaban en la mesa presidencial junto con los tres consellers del Govern que han acudido a la convocatoria y donde también estaba sentado quien fue secretario técnico del ministerio de Interior del PP durante el 155 y encargado de asumir la dirección de los Mossos durante aquella etapa, Juan Antonio Puigserver.
Aparte de las fuerzas independentistas catalanas, sólo Bildu ha enviado a un representante, su diputado Jon Iñarritu, La representación política ha quedado limitada por lo tanto a JxCat, con una amplísima presencia de su grupo parlamentario en Madrid y en Catalunya, y a dos diputados de ERC en el Congreso, Carolina Telechea y Joan Capdevila, que han podido escuchar cómo Torra discrepaba de la postura de los republicanos en relación a la investidura de Pedro Sánchez y sobre el adelanto electoral en Catalunya.
La representación del gobierno catalán estaba encabezada por la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, y la consellera de Salud, la republicana Alba Vergès.
Tampoco el mundo económico español ha tenido una representación especialmente destacada, a pesar de que desde Catalunya sí que han acudido el presidente de Fomento, Josep Sànchez-Llibre, y el presidente de la Cambra de Comerç, Joan Canadell.
Quien sí ha mostrado interés por la intervención de Torra ha sido el cuerpo diplomático acreditado en Madrid que ha contado con diferentes representantes.
En pleno paseo de la Castellana, el hotel Villa Magna es un lugar habitual de reunión para encuentros políticos y económicos, por lo que se daba la circunstancia de que mientras el president intervenía en un salón de la planta baja del hotel frente la indiferencia del establishment capitalino, en el bar y los salones de la primera planta rostros conocidos del mundo político y empresarial madrileño continuaban con sus habituales encuentros