Laura Borràs, por ahora, se niega a dejar la presidencia del Parlament hasta que no haya una sentencia firme sobre el caso de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), por el cual ha sido condenada a 4 años y 6 meses de prisión y a 13 de inhabilitación. Una opinión diferente a la que mantiene la abogada y presidenta de la comisión de garantías de Junts por Catalunya, Magda Oranich, la cual, en declaraciones al programa Café de Ideas de Radio 4 y La 2, ha admitido que si fuera ella quien se encontrara en la situación de la presidenta suspendida "habría dimitido por dignidad".
Magda Oranich se caracteriza por hablar sin ambages, ya lo hizo hace unos meses cuando después de redactar el informe sobre el asunto Dalmases que acabó precipitando la dimisión del hasta entonces vicepresidente de Junts, reconoció que no coge el teléfono a la presidenta del partido, Laura Borràs, para "no recibir gritos". La abogada aseguró que Borràs la había presionado a la hora de redactar aquel texto. Pues bien, ahora Oranich considera que el movimiento adecuado por parte de la también presidenta de Junts tendría que ser dejar el cargo, pero, sin embargo, la abogada admite que Borràs no tiene por qué hacerlo hasta que no haya una sentencia firme.
"No son delitos políticos"
Para Oranich, la condena impuesta a Borràs equivale a la que se dicta cuando hay un delito de corrupción, es por eso que ha opinado que no se trata de "delitos políticos" sino de "delitos comunes". "El Código Penal no distingue el delito de corrupción, por lo tanto, tenemos que mirar en qué se asimila, los dos delitos por los cuales se lo ha condenado no son políticos", ha añadido.
Oranich preside la comisión que, en caso de sentencia firme, tendría que decidir sobre el futuro de Borràs al frente del partido, y ha explicado que, "por ahora", no será expulsada de Junts y que ahora "el problema grave" es si quiere seguir siendo o no presidenta del Parlamento. La abogada, que siempre ha sido crítica con Borràs, es la primera personalidad de Junts que no se manifiesta en contra de sustituir Borràs.
Por último, Oranich ha asegurado que ella "no tiene claro" que el caso de Borràs sea un ejemplo de 'lawfare', como ella denuncia. "Pero sí está claro que el caso apareció por casualidad mientras investigaban a su amigo por narcotráfico. Yo no podría decir si se ha hecho más o menos persecución al saberse que era cargo público. Es posible que sí pero no podría decir exactamente", ha añadido.
Borràs pide su restitución
La presidenta suspendida del Parlament, por su parte, ha replicado a todos los partidos que reclaman un relevo a la presidencia de la cámara, incluido el president de la Generalitat, Pere Aragonès, que si quieren acabar con el interinato "que ellos provocaron" la vuelvan a restituir inmediatamente de sus funciones. Después de la sentencia condenatoria del TSJC, Borràs se ha mostrado "indignada" con todo el mundo que utiliza los "ataques del Estado" en beneficio propio. "Estoy indignada con este independentismo que colabora con el Estado del que se quiere independizar y, en cambio, atropella derechos y libertades que reclama para algunos, pero que ya le va bien que aparquen rivales políticos", ha añadido en una entrevista a RAC1.