El penalista Gonzalo Boye se ha puesto una toga y ha ocupado el espacio del estrado de abogados en la segunda sesión del juicio contra él por blanqueo de capitales del narcotráfico del líder gallego Sito Miñanco (alias de José Ramón Prado Bugallo), en la Audiencia Nacional este martes. Ha sido el presidente del tribunal de la Audiencia Nacional, el magistrado Alfonso Guevara, quien públicamente ha ofrecido a Boye que dejara la fila sexta de los acusados para ir a la zona reservada a los letrados defensores. Para no molestar, en el receso, el abogado de Carles Puigdemont se ha puesto la toga y se ha sentado junto a su defensor, el penalista Eduardo García Peña. Este juicio de la Audiencia Nacional se retransmite en directo desde el canal YouTube del tribunal, pero el cambio de lugar de Boye no ha sido captado por la cámara porque este martes ha continuado el interrogatorio del jefe policial de la operación Mito, del 2016 al 2018, que lo ha hecho como testigo protegido, sin imagen.  El juicio continúa el miércoles con el interrogatorio de más agentes policiales.

En concreto, el presidente del tribunal de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, le ha dicho con su tono educado y cortante al mismo tiempo: "Señor Boye, ya sabe que como letrado se puede sentar en estrados con toga, pero ya cada uno es libre". Ante el detalle de la sala, un compañero le ha dejado una toga a Boye, el cual no tenía previsto usar este derecho, que tiene todo abogado en activo, y pretendía continuar sentado en el espacio de acusados, junto con 45 personas más. 

Interrogatorio al jefe policial cortado

En la segunda sesión del juicio, las defensas han interrogado al jefe policial coordinador de la operación Mito, que ha detallado que se inició con la vigilancia en Miñanco y con el decomiso en el aeropuerto de Barajas de 889.620 euros a Manuel Pedro González Rubio, que con sus familiares lo llevaban a Colombia, en febrero de 2017. El jefe policial ha reiterado lo que dijo el lunes al fiscal de que el dinero era de Miñanco, según las conversaciones intervenidas a los acusados, y que Boye le ayudó a "aportar información fraudulenta". Pero sin aclaraciones ni detalles. 

"¿Sabe desde cuándo tenían relación de abogado y cliente, el señor Boye y González Rubio?" "¿Y que Isabel Prado (hija de Miñanco) era colaboradora del despacho?" "¿Y sobre la mercantil de González Rubio?" Las preguntas del abogado de Boye han caído en saco roto. El magistrado ha cortado a las defensas cuando exigían más detalles al inspector jefe de la Udyco, el cual derivaba las respuestas a responsables de otras unidades, que también pasarán por el juicio. Responsables policiales de la UDEF son los que asumieron la investigación por supuesto blanqueo, por el que se acusa a Boye.

Gonzalo Boye insiste en que en este caso solo hizo el trabajo de abogado y que la Fiscalía lo persigue por ser defensor de Puigdemont y de actuar como abogado. Ha aportado diversas pruebas, admitidas pero todavía no valoradas.